1. Casada fiel y recatada se entrega a otro hombre


    Fecha: 08/12/2017, Categorías: Incesto Autor: NIKOLSSON, Fuente: CuentoRelatos

    ... entregándose entremezclando su lengua y excitándose. Pude repasar su tetas por encima de la ropa y me afirmé en la sensación del primer día de que aquella hembra estaba buenísima y muy follable. Nos despedimos sin mas, no nos dimos móvil ni le pedí quedar, no me apetecía meterme en lios con la mujer de un compañero.
    
    No volví a verla hasta la primavera, con ocasión de una reunión de trabajo de directivos de la empresa, convocada en una Ciudad de Provincias, siendo invitadas las esposas al celebrarla en fin de semana. La convocatoria era el viernes a última hora de la tarde, así que llegué al hotel, ocupé mi habitación y despues de asearme bajé justamente antes de la cena y allí la encontré con su marido. Los saludé y despues de charlar un rato entramos en el restaurante ocupando un asiento a su lado, ella entre su marido y yo. Durante la cena acerqué mi pierna a la suya como de forma descuidada y no la apartó, eso me dio pie a bajar mi mano por debajo del mantel y tocarle la rodilla. Llevaba medias y fui subiendo hasta palpar su piel, suave, delicada, seguí acariciando mientras ella se abría para facilitar mi acceso, llegué a su sexo y al notar la presión de mis dedos sobre su vagina por encima de sus bragas, se mordió los labios denotando sus excitación. No quise comprometerla y retiré mi mano mientras ella me miraba de soslayo con cara de deseo.
    
    Terminada la cena su marido se lio en una partida de cartas con otros compañeros y ella se unió a otras esposas de tertulia. ...
    ... Yo me senté cómodamente con una copa de Cardú, observando que pasaba a mi alrededor. Al cabo de un rato Marta salió al jardín del Hotel, así que dejé pasar unos minutos y salí a su encuentro. Estaba fumado un cigarrillo, la abracé por detrás y la besé en el cuello, se dio la vuelta y nos besamos con pasión, para evitar nos vieran, la arrastré de un brazo hasta un lugar oscuro y discreto del jardín para seguir besándonos con lengua como si nos faltara el aliento. La apoyé contra la pared y metí mano en su entrepierna, ella las separó y mis dedos fueron directamente a un costado de sus bragas para introducirlos en su vagina que estaba chorreando y dilatada. Le estimulé bien el coño mientras la hacía estremecer de gusto, gemía de gozo como una hembra hambrienta, era evidente que la muy zorra necesitaba de una buena polla que le hiciera disfrutar del sexo que nunca había tenido, que sacara la calentura reprimida desde hace años que no le había permitido saber la puta que llevaba dentro. No tardó en suplicarme se la metiera porque no aguantaba mas.
    
    No era el sitio apropiadao pero no iba a desaprovechar la ocasión de follarme un putón reprimido, antes de que le vinieran remordimientos y se le pasara la calentura. Me bajé la cremallera de la bragueta, le abrí bien las piernas y sacando la polla puse el capullo entre sus labios, abiertos deseosos de recibir mi verga a punto de explotar. La metí por un costado de sus bragas y una vez que entró la mitad de verga, la agarré con las ...
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