Sexo facil en la bodega - Relatos Eróticos

Sexo facil en la bodega

Cuando trabajaba todavía como vendedor de tienda departamental, me habían cambiado de área debido a una temporada de venta que se acercaba, la cual me venía super bien por el echo en el que ganaría muy bien dinero en el tiempo que durará está temporada de venta, ahí conocí a mi nueva compañera llamada Celeste, una chica de más o menos mi edad, tez blanca, muy delgada pero se le veía un buen cuerpo y muy bonita (a pesar de tener ya un hijo y que nadie lo creía a la primera) y que, apesar de que habíamos entrado cuando recientemente la tienda apenas estaba en preparación de apertura, nunca llegamos a platicar o saludarnos, ella en su mundo y yo en el mío por así decirlo.

Ya una vez que me asignaron al área, ya fue cuando nos empezamos a conocer poco a poco, y hacernos una amistad de compañeros para que así, no tengamos problemas en el trabajo y apoyarnos mutuamente, pero he decir que tenía una cierta curiosidad en ella, ya que con el tiempo que trabajaba en la tienda, llegaban rumores, los típicos "chismes de lavadero" de varios compañeros, donde la catalogaban como la más fácil para llevarte a la cama o en pocas palabras, una puta. Sinceramente me daba igual y no llegué a creerlo, ya que cómo lo dije, era un chisme de malas lenguas.

Durante unas semanas de que ya se había iniciado la temporada, el trabajo avecez era muy cansado, no por el echo de vender si no de acomodar toda la mercancía que se nos llegaba en la bodega y resurtir todo el piso de venta, lo cual era ...

... cansado, más por el echo de que la bodega que teníamos estaba en el tercer piso en la azotea nuestro lugar de trabajo era el primer piso, y sumándole a que en la mayoría de ocasiones teníamos que usar la escalera haciéndo eso también un buen ejercicio.

Un día, nos había llegado bastantes cosas a lo cual me puse a ser el conteo y acomodo, Celeste había llegado un poco tarde, lo cual según nuestro acuerdo fue que el que llegara después de uno se quedaría a acomodar la mercancía mientras que el otro bajaba a vender, y bueno yo me baje mientras ella se quedó en la bodega.
Pasaron unas pocas horas y Celeste todavía no bajaba, por lo que decidí mejor subir ayudarla, le encargué a un compañero sin problemas y subí rápidamente.

Una ves arriba, note a una compañera ya un tanto molesta y cansada de tanto moverse de un lado a otro, pero ya al verme y contarle mi plan de ayuda, no dudo en darme un fuerte abrazo. No era mucho ya para ayudar, tenía ya más de la mitad acomodada sin embargo lo pesado si le hubiera costado bastante si no subía.

Una vez terminado, discutimos quién saldría a comer primero y ya bajar de una vez a nuestro lugar, pero mientras yo me disponía a bajar de nuestra bodega ella me detiene, atrayendome hacía ella para decirme que quería "agradecerme por subir a ayudarla", a lo cual le dije que no había problema en eso, sin embargo empezó a volverse insistente y un poco coqueta conmigo, además de pegarse más a mi. No sabía exactamente cómo quería pagarme por lo cual ...