Mi amor prohibido - Relatos Eróticos

Mi amor prohibido

... dolor fue menos como a los 10 minutos terminó eyaculando nuevamente dentro de mi cosita.
Al  levantarnos teníamos las sábanas manchadas de sangre, semen y otros fluidos los puse a lavar inmediatamente mientras él se fue a bañarse antes de que alguien nos viera.
Aquella tarde y noche no pude dormir pensando y recordando paso a paso todas aquellas sensaciones que había vivido esa mañana.
Lo veía y tenía ganas de acercarme pero mi hermana ya estaba con él y no podía. A la semana siguiente igual nos quedamos solos en la casa y nuevamente  apenas salieron los demás a las compras él se metió a mi habitación,  me entregué a él, quería sentirlo de nuevo; y efectivamente creo que fue mejor que la primera vez, esta vez con más tranquilidad, empecé a disfrutar de todas esas sensaciones maravillosas, sentía que me quemaba y ardía al momento de cada penetración, luego de que eyaculara en mi vientre quedamos dormidos unos 15 minutos mi espalda a su pecho. Cuando me desperté estaba empezando a penetrarme de lado, me puse boca abajo  a lo que él se puso encima y de un jalón me puso en cuatro y empezó a penetrarme fuertemente, en cada movimiento sentía sus bolas golpear mis nalgas, y nuevamente en cada golpe mi vagina explotaba, en medio del acto tomó mi mano y lo llevo a su pene. La mitad de su pene lo tenía penetrado y en la otra mitad lo agarre con mi mano aquella cosa tibia, muy mojada entre semen y sangre muy dura y empecé a presionarlo a pedido de él. Al rato eyaculo en mi culo y ...

... nuevamente nos acostamos para descansar.
En la tercera ocasión a más de penetrarme me hizo sexo oral, haciendo que tenga múltiples orgasmos, de igual forma le correspondí chupándole su pene.
En la cuarta ocasión que nos quedamos solos me penetro por el ano, fue otra experiencia muy dolorosa pero igual de excitante, recuerdo que pegué un grito y aun así no paro y me penetro todo y aunque le suplicaba que lo sacará él lo mantuvo dentro hasta eyacular en mis entrañas. Recordaba los gritos y gemidos de mi hermana que además es más flaca que yo;  y era lógico, ahora lo entendía.
Luego de aquella vez me sentí su mujer,  se volvió como una costumbre, nos buscábamos siempre, cualquier circunstancia, cualquier lugar para quedarnos solos y entregarnos , para mí era mi primer amor y toda yo le pertenecía. 
Uno de aquellos eventos que no se olvidan fue el matrimonio religioso de mi hermana, todos se emborracharon incluida la novia. Él evitaba tomar, sabía que si no se emborrachaba tendría su premio y en efecto  por la noche como ya  las 11 casi todos se fueron a dormir excepto algunos mayores que continuaban en el patio de la casa.
Llevé a dormir a los novios, la novia estaba noqueada de tanto licor y antes de dormir hicimos el amor por 2 ocasiones hasta el cansancio para finalmente quedamos dormidos junto a mi hermana, él solo en calzoncillos y yo solo con un vestido de dormir sin ropa interior. 
A la mañana siguiente mi hermana se despertó temprano y salió a ducharse y hacer el ...