Mis hijos en Zárate, tierra de pasiones. 1. - Relatos Eróticos

Mis hijos en Zárate, tierra de pasiones. 1.

... y volví a masturbalo algo más lento. De repente, mi hijo se acercó más a mi y metió su mano por debajo de mi falda por detrás, agarrándome el culo.

- Que culo tienes, mamá. Buenísimo, como me estás poniendo. 

Yo seguía muda. Por un lado estaba turbada por lo que estábamos haciendo mi hijo y yo. Por otro lado me estaba poniendo cachonda perdida con las caricias de mi hijo. Mi batalla interior la ganó la mujer y la perdió la madre. Abrí un poco las piernas y Fran comprendió perfectamente lo que quería. Metió su mano por dentro de mi tanga  desde atrás y empezó a acariciar con dos dedos la entrada de mi húmedo coño. En ese momento solté mi primer gemido delante de mi hijo, le miré a los ojos y me mordí el labio sin dejar de acariciar su pija.

-Dios mamá, que concha más mojada. Estoy deseando meter mis dedos dentro de ti y pajearte.

Yo seguía estúpidamente en silencio. Fran lo interpretó como un "adelante". Sacó su mano, me bajó las bragas, me arremangó el vestido en torno a la cintura y metió sus dos dedos dentro de mi concha un tanto bruscamente.

- Tranquilo cielo, con cuidado.- Le dije.

- Perdona mamá.

Empezó a meter y sacar sus dedos de mi coño. Ya estábamos muy cerca. Notaba su cipote rozar mi abdomen mientras yo seguía masturbándole y nuestro aliento acariciaba la boca del otro mientras gemíamos. yo abrí más mis piernas y cerré los ojos abandonándome al placer. Fran empezó a follarme con sus dedos con más rapidez. Empecé a gemir más alto mientras ...

... escuchaba los sonidos de mi coño encharcado.

- Bien Fran, sigue asi cariño, voy a correrme pronto, sigue.- le supliqué dejando mi mudismo en el olvido.

Mi hijo me obedeció y siguió masturbándome con fuerza mientras yo soltaba su verga y apoyaba mis dos manos en la encimera a mi espalda. Abrí los ojos y miré hacia abajo para ver los dedos de mi hijo taladrando mi concha hasta que mis piernas empezaron a temblar, eché la cabeza atrás y solté un gemido que me salió del alma mientras me corría y escuchaba el sonido de mis flujos cayendo al suelo de la cocina.

Cuando mis piernas volvieron a sostenerme, abrí los ojos y vi a Fran lamiendose los dedos con los que me había masturbado mientras se pajeaba. Me coloqué dtrás de él, aparté su mano y empecé a masturbarlo yo misma de nuevo con una mano mientras con la otra le masajeaba sus cargados huevos.

- Si mamá, sigue por favor, me corro...me corro...

Me asomé por un lado de su espalda pajeándole con rapidez y vi como los chorros de semen salían disparados. Salieron unos buenos trallazos de lefa que caían en el suelo mientras yo le apretaba los huevos y volvía a notar como me excitaba.

Cuando todo acabó la realidad volvió a mi.

- ¡Joderme Fran! ¿Qué hemos hecho?

- Mamá, tranquila. Ha sido genial, ¿no?

- Si, pero... Esto no está...Bueno, ha pasado y ya está. No le digas nada a Javi, por favor. 

- Mamá, no pasa nada. Me ha gustado mucho y nadie se va a enterar.- Me dio un beso  y se fue al baño.

Yo me coloqué ...