En el Club. - Relatos Eróticos

En el Club.

Desde que desperté a la vida con la violación a los 7 años, se inició un notable desarrollo en mi físico y con más energía, me involucré en el deporte, principalmente en el fut-bol y el frontenis. Si bien es cierto que no tuve la debida oportunidad de destacar como jugador, sí lo hice como entrenador, preparador físico y otras actividades relacionadas con el fut-bol, que me mantuvieron activo en el deporte.
En el frontenis, la etapa más prolífera fue en un nuevo club deportivo con muy buenas instalaciones. Los baños de los hombres era general y la mayoría andábamos desnudos o cubiertos con una toalla a lo más, además del gusto de practicar deporte, hasta del espectáculo se disfrutaba. Yo no me perdía ninguna oportunidad de ver las vergas y nalgas que se cruzaban en mi camino o que contemplaba mientras se disfrutaba del sauna, del vapor o la ducha, de verdad que había muy buena variedad. Claro, todo en silencio y con mucha discreción, para mí no era conveniente que se supiera que las quería tener todas al alcance de mi mano, boca o culo, hubiera sido fabuloso.
En cierta ocasión me tocó jugar de compañero con uno de mi edad, más o menos 35 años. Hicimos buena pareja, ese día nadie nos pudo ganar un solo partido, cansados y satisfechos, nos fuimos juntos a los baños donde resultó que éramos vecinos de lockers, uno al lado del otro. Sin dejar de platicar de lo bien que nos fue en el juego, nos desnudamos uno al lado del otro con toda naturalidad, pero no dejé ir las ...

... oportunidades de echarle discretos vistazos de sus cualidades sexuales.  Yo estaba sentado en la banca y él parado, casi frente a mi, por lo que pude apreciar ciertos detalles de lo que traía. Noté que tenía una verga muy suigéneris, algo diferente a las que había visto y probado antes.
Totalmente flácido, colgaba bajo un pequeño bello bien recortado, de unos 5 centímetros de largo total, con el glande tipo casco achatado de unos 3 centímetros de diámetro por 3 de largo totalmente cubierto por un prepucio redundante y con un cuerpo sumamente delgado como de 1.5 centímetros de diámetro. De inmediato traté de imaginarme cómo sería ya erecto totalmente. Por pensar en eso, mi verga, empezó a crecer y el glande se expuso totalmente, al ponerme de pie, resalto mi medio erecto pene, Carlos notó como lo tenía y dijo:
—Mmm… Estás bien armado—
—Pues tú no cantas tan mal las rancheras— le contesté agregando —Además tiene una forma muy especial—
—Si, es medio raro, pero es bien portado y, tiene su gracia—
—Ya lo creo, se ve muy especial—Sin pensarlo 2 veces, me lancé a proponer: 
—Puedo tocarlo?—
—Si— y preguntó a boca de jarro —Eres gay?—
—No, pero me gustan tanto los hombres como las mujeres— Le contesté a la vez que agarré con suavidad su flácido y colgante miembro, dándole unos ligeros apretones. En eso oímos que alguien se acercaba y me propuso platicar luego. Muy a mi pesar solté lo que tenía en mi mano, cada uno tomó los enseres de baño, cerramos los casilleros y caminamos totalmente ...