1. La edad de los descubrimientos


    Fecha: 17/02/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Donathien, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Tuve mi primera relación sexual en la secundaria. Y no me refiero de manera vaga a esa etapa de mi vida. Fue durante el último año, y todo empezó en el cuarto piso del colegio, en la nueva y reluciente aula de informática, una tarde gris justo después de la clase de deportes.
    
    Durante toda la secundaria mi compañero me había marcado como blanco ocasional de burlas y bromas no muy pesadas, pero, siendo también de corta estatura y de costumbres tranquilas – a diferencia de los deportistas que conformaban el resto del grupo, casi todos mayores que nosotros – muchas veces terminábamos haciendo juntos los trabajos en equipo. En esos momentos me sorprendía admirando la regularidad casi griega de su rostro, que me parecía muy bello, con la nariz recta y los ojos grandes y claros y la boca pequeña y firme. Fijarme en sus labios me producía una cierta inquietud, una tensión que me llevaba siempre a humedecerme los míos.
    
    Esa tarde él era el monitor elegido de la clase de informática, y de pronto empezó a pasar por mi pupitre diciendo “Recuerda, si necesitas ayuda oprimes la tecla Escape...”. La primera vez oprimió la tecla. La segunda, se inclinó como para hacer lo mismo pero en lugar de poner la mano en el teclado la puso con suavidad en mi entrepierna. Fue la primera vez que unas manos ajenas tocaron mi sexo, y aunque al principio me asusté un poco, la sensación fue muy agradable y, claro, me excité. Tras la clase de deporte me había quedado con la sudadera y bajo el pantalón ...
    ... de delgado y suave algodón perchado sólo llevaba una exigua tanga que me encantaba por su frescura y por la libertad que sentía allá abajo.
    
    Así que la siguiente ocasión en que mi compañero pasó para ver si yo necesitaba oprimir la tecla Escape sintió mi erección, y yo sentí sus dedos con mayor intensidad. Pero, además, algo cálido rozó mi brazo. Estaba apoyando su propio sexo contra mí al acercarse. Tras un momento de pánico y de intentar retirarme, decidí disfrutar el momento y presioné mi brazo contra su pene, que también estaba muy duro. 
    
    Cuando regresó, fingiendo prestar atención a una sintaxis problemática en el código de programación, se sentó junto a mí. Su mano encontró el camino hacia mi entrepierna de nuevo y ahora la apoyó con más fuerza. Señalaba la pantalla y luego se apoyaba en mi muslo para después deslizarse hacia arriba, sintiendo la longitud de mi pene. Tras unos momentos me decidí a hacer lo mismo y, con timidez, apoyé mi mano en su pierna y la fui subiendo con lentitud. Me pareció que no llevaba ropa interior y su pene se me antojó enorme.
    
    La clase acabó y me quedé recogiendo mis libros, acomodándolos con mucho cuidado en el morral. Él también se quedó y, habiendo terminado antes de acomodar su maletín, acudió a ayudarme, aprovechando para tocarme con disimulo. Al salir el pasillo ya estaba desierto. 
    
    Al empezar a descender las escaleras, tan solitarias y sombrías como el pasillo, se adelantó un poco y de repente se volteó y, agarrándome con ...
«1234»