1. Una Nadre y sus Dos Hijos (1/2)


    Fecha: 27/11/2019, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: EnriqueCaracas, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... piel que sentía su calor, su olor a hombre, la fuerza de sus brazos que me abarcan por completo y me sentí segura, protegida. Me di cuenta de su tranca pegada a mi vientre, estaba palpitando, recobró la fuerza, sentí su deseo a través de mi delgado cachetero. El ritmo de su pene subiendo y bajando tan suavemente fue de las cosas más estimulantes que he sentido. Mi vagina fue reaccionando, relajándose poco a poco y mi clítoris comenzó a crecer un poco. No me quería separar, me fascina lo que estaba sintiendo, el sentirme mujer en los brazos de un hombre luego de tanto tiempo y un hombre al que  amo más que a mí misma. Luego de un rato, levantó la cabeza y se quedó viendo mis ojos, detecté un deseo de besarme, pero la moral pudo más y se apartó. Yo estaba caliente por dentro, lo deseaba, quería que me cogiera ahí mismo en la mesa donde desayunábamos todos los días, sentir el poder de su juventud en todo mi cuerpo, que me hiciera lo que quería hacerle a todas esas niñas tontas del colegio. Se separó de mí dando un paso hacia atrás, sin decir nada, ninguno sabía bien como hacer en esa situación hasta que mis ojos fueron a buscar nuevamente la imagen de su guevo peleando con el pantalón. 
    
    Ni siquiera pensé lo que hice, no fue más que un instinto, el deseo que me dominaba, el calor que ya no dejaba mi espalda; sin dejarlo de ver a los ojos le agarré la tranca otra vez, esta vez con más decisión, que supiera que iba a ser para mí. Se la comencé a acariciar por encima del ...
    ... pantalón 
    -	El como que no descansa ni un momento. Le dije
    -	No se va a bajar con una mujer tan bella como tú y menos con esas caricias que le estas dando.
    -	¿en serio? Pero si son unos cariñitos pequeñitos, ni que te lo estuviera chupando
    -	¿eso quieres? Me preguntó
    -	¿Qué si quiero que?
    -	¿chupármela?
    -	¿tú qué crees? Le dije mientras metía mi mano dentro de su pantalón y liberaba su pene de la tortuosa prisión del short, jugaba acariciándolo de arriba abajo suavemente. Que divino se sentía en mi mano, mis dedos no se cerraban de lo grueso que era, el calor de su glande y el preseminal en mi mano fue la gota que rebasó el vaso. Estaba hecha nada ya, sentía mi humedad comenzar a llenar toda mi cuca por todos lados, como palpitaba mi clítoris exigiendo atención, con la entrada de mi vagina lista para comerse todo ese pene.
    -	Creo que estas excitada mami
    -	Si, y no soy la única
    Ya no me respondió más. Puso sus fuertes manos en mis hombros para que me bajara y yo obedecí sin resistencia. Me arrodillé frente a él, sin dejar de verlo directamente a los ojos pasé mi lengua por su glande, que rico el sabor en mi boca, lo quería chupar completo, pero debía hacer que mi hijo disfrutará al máximo, enseñarle la diferencia entre las niñas con las que salía y una mujer hecha. Puse mis manos detrás de mi espalda, le di pequeños besos en el glande, pasaba mi lengua para agarra toda su humedad y chupaba solo la cabecita de tu su pene, me quede jugando un rato así. Mi pequeño Carlos busca ...
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