1. La amorosa hija (Parte 12)


    Fecha: 18/11/2017, Categorías: Microrelatos, Autor: Thomas, Fuente: CuentoRelatos

    Anne no podía interrumpir la tradición de visitar a su padre todos los días menos los domingos. Le molestaba de sobremanera la presencia de Estela, pero tenía que poner su mejor cara.
    
    Aquella mañana desayunaron juntos los tres.
    
    Anne no quería permanecer más de lo necesario, por lo que se excusó y salió al terminar, argumentando que tenía unos compromisos.
    
    Estela salió tras ella mientras su padre se quedó leyendo el periódico, haciéndose el desentendido, pero sintiendo preocupación. Sabía bien como andaban las cosas entre ellas.
    
    Estela no pudo dormir pensando en lo que ocurría: incesto en su familia, pero tampoco por la calentada que se había dado viendo las fotos.
    
    Por las fotos concluyó que jamás podría deshacer la relación sin que se hiciera un escándalo y seguramente acabara con la familia de Anne, salvo que Raúl lo tolerara. Hay hombres que sí, pero ninguno lo acepta. Sus hijos ciertamente no podrían aceptarlo, y su hijo mayor era pre-adolescente.
    
    Aquello era irrenunciable. Estaba muy enraizado en solo unos meses. Papi no tuvo ninguna objeción en que fueran amantes, por el contrario, la fascinaba tener al fin una mujer que le cumpliera todas sus fantasías, aunque fuera su propia hija. También lo destrozaría social y emocionalmente. No le quedaba más que confrontar a su hermana con las pruebas fehacientes y sacar el mejor provecho, comenzando por la paz. Tampoco se quedaría callada, ya que sería darle continuidad a la tensión y no se creyó tan perversa, ...
    ... como sucede en muchas familias.
    
    Anne volteó con cara de fastidio cuando Estela la llamó desde la puerta y estaba por subir a su auto. Se acercó y la tomó de las manos.
    
    “Sis, quiero dejar todo bien entre nosotras. Me faltan muchos días aquí y la verdad, estoy muy incómoda. Me gustaría platicar contigo…, en buen plan”, propuso Estela. “Estamos dejando ir una oportunidad de oro”.
    
    “¿Platicar? ¿Cómo de qué Estela? ¿Quieres seguirme acosando y crucificando con tus fantasías?”, replicó Anne con tono de fastidio.
    
    “¡No, para nada, para nada!”, contestó Estela. “Eres mi única hermana y no podemos vivir así. De verdad, quiero hacer las paces, disculparme, lo que sea. Please”.
    
    Anne se acercó y le dio un beso en la mejilla. “Aquí no pasó nada”, le dijo. “Viva la paz”, y abrió la puerta del automóvil.
    
    “No hermana, es que, de verdad, quiero estar a solas contigo un buen rato, sin que nos enojemos. Ser las de antes de que saliera yo con esta locura tuya y de papi. Te lo ruego”.
    
    “Papi tiene un evento en una de las empresas y me dijo que se irá toda la tarde. Si puedes, ven. Yo te llamo cuando se haya ido”, dijo Estela, casi implorando.
    
    Anne aceptó, aunque en contra de su entera voluntad. Después de todo, ella también tenía que poner de su parte.
    
    ******************
    
    Tomás salió pasadas las 3 pm. Estela llamó a Anne como lo acordaron, y llegó 20 minutos después.
    
    Anne se sentó en la estancia. Estela sirvió dos copas de vino blanco sin consultarle, y se sentó junto a ...
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