Relato 4 - Piel y leche - Danila Crossintima - Relatos Eróticos

Relato 4 - Piel y leche - Danila Crossintima

... lugar solitario. Pero no te voy a obligar, cuando estemos allá vemos. Lo que sí quiero y espero que aceptes es estar esas casi 48hs solamente como mujer para mi. Tengo muchas fantasías para que hagamos realidad, y se que esa cabecita de puta tiene muchas otras para sorprenderme.

Me encanta - respondí, un poco corta de palabras, pero emocionada - No se si me voy a animar a salir, pero todo lo demás me encanta. Quiero ser tu puta dos días seguidos. Tu muñeca inflable, que me hagas todo lo que tengas ganas durante esas 48hs, estar disponible para que me goces todo el tiempo.

    José extendió la palma de su mano para acariciar mi mejilla y atraerme hasta su boca, mientras sellamos el trato con un beso profundo, en el que no me privé, como siempre, de chupar su lengua con muchas ganas. Seguimos con besitos suaves, como novios, nos encanta hacer eso y la situación vaya que lo ameritaba. Después de manosearnos un rato, en especial el a mi, yo más que nada tocaba su bulto, decidí que era el momento ideal y bajé de la cama, me puse entre sus piernas como tantas otras veces, saqué su pantalón y su boxer, y allí, arrodillada entre sus piernas, mirándolo fija y desafiante, desesperada por dentro, tomé con mis guantes su pija que ya estaba bastante dura y empecé a masturbarlo. Por primera vez no habría que interrumpir para poner el forro ni tendría que demostrar mis habilidades poniéndolo con mis labios. Tampoco tendría que preocuparme más que en sentir a mi macho y llevarlo al ...

... éxtasis para que me entregue su placer en forma de leche. Me acerque a lamerlo mientras lo masturbaba con la mano. No olvidé sus huevos, repasé su tronco con mi lengua una y otra vez, chupe su glande muy despacio, lo repasé enteramente con la lengua. Disfrutaba el sabor y la consistencia del precum que iba dándome amablemente. Dejaba que me inunde la boca, que la lubrique, que me llene su sabor y me recorra. Experimenté el placer de la piel sin miedos. Luego empecé a tragarla completa. Quería que viera mis rojos labios hacerlo, también quería que supiera que la deseaba enteramente dentro mio en todos mis agujeros. Que lo deseaba inundandome completamente por todos lados una y otra vez. Me detuve.

No acabes  - le pedí - quiero que la primera vez me llenes de leche. Quiero que intentes embarazarme, quiero sentirte estallar dentro de mi cola. Así quiero que me inaugures. 

Además necesitaba sentir completamente su pija y sus fluidos, así que decidí sacar mis guantes y que la sensación sea completamente entre piel y piel. Estuve un rato así chupandolo hasta que me avisó que si seguía iba a terminar. Entonces paré. Quité mi cola de zorra, arremangué mi vestido apenas (era muy cortito) y me subí sobre él para prepararnos para la penetración. Estaba poseída y desesperada por sentir esa piel, esa carne, esa pija dentro mío, o mejor dicho, entrando y saliendo de mi. Pero él quería tomar el mando y no pude ni quise resistirme. 
Me giró y empezó a chuparme la colita, a meter sus ...