1. n) Fiesta en la quinta de Guillermo


    Fecha: 26/07/2021, Categorías: Lesbianas Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... y bonita, y alguna de esas no la probaría hasta que hiciéramos el trabajo que estaban preparando.
    
    -Escucha macho ibérico, no es necesario que nos faltes llamándonos mariquitas. -Leo se había ofendido por las palabras de nuestro compañero, dichas en tono de burla, pero era para suavizar el ambiente. Porque unos y otros, más o menos, estábamos intranquilos al ser una experiencia nueva para la mayoría.
    
    -Seguro que esta noche me pedirás que alegre tu culo con esto. -Roberto seguía el cachondeo y Leo se dirigía al gracioso con idea de abofetearlo, no caía en la cuenta de que el resto reíamos la broma.
    
    -Leo déjalo, es una broma, ¿no lo ves?, si te ve alterado seguirá insistiendo. -sujeté a mi amigo para que no se apartara de mi lado.
    
    Unos minutos más tarde llego el que venía retrasado, ya estábamos todos. El guarda de seguridad era el encargado de llevarnos a nuestro destino y luego volver al estudio, le ayudamos a cerrar el local y montamos en el vehículo. La suerte estaba echada. Aun era de día, el sol continuaba calentando y yo quería bañarme en la piscina de Guillermo.
    
    Cuando traspasamos el portón de la finca de nuestro jefe me sentía envuelto en un lujoso cuento de hadas oriental, los jardines eran inmensos, bien cuidados y muy bellos, al fondo lo que era la vivienda, un conjunto de edificios de una y dos alturas colocados en una suave ladera, una inmensa piscina sobresalía sobre todo lo demás, con pabellones construidos en material ligero para vestuarios y de ...
    ... relax a su alrededor, y vegetación exuberante con árboles inmensos.
    
    Nos recibió Guillermo en traje de baño, para su edad tenía un cuerpo envidiable, increñible, y estaba fuerte y cuadrado. su forma de ser había cambiado, no era el jefe de mando y ordeno del trabajo, resultaba amable y nos dio a todos dos besos, Nos pidió que le siguiéramos a uno de los pabellones.
    
    -Aquí podréis cambiaros, tenéis bañadores, toallas y albornoces por si hiciera frío. -señaló con la mano dos armarios abiertos que ocupaban toda una pared.
    
    -Ahora os voy a enseñar un poco la casa, para que sepáis donde están los dormitorios, los invitados ya lo saben de otras veces. -nos indicaba desde ahora que nuestra labor era, entre otras, la de estar en la cama. Nos dirigía ligero, parecía que los invitados estaban próximos a aparecer.
    
    Pasamos por uno de los pabellones donde varios camareros preparaban unas mesas con manteles blancos y candelabros de bombillas imitando velas, algunos empezaban a colocar bandejas tapadas y bebidas, el personal estaba escogido entre los más lindos, todos eran chicos jóvenes, atractivos y guapos, enfundados en sus uniformes de rayas verticales negras y blancas.
    
    Al final solo fue una de las construcciones la que nos enseñó, con la puerta y ventanas hasta el suelo, por las que se podía acceder a una serie de elegantes dormitorios decorados con telas y muebles brillantes, camas amplias, alguna inmensa, imaginé que para hacer sexo grupal.
    
    Todo era inmenso, lujoso, ...
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