1. n) Fiesta en la quinta de Guillermo


    Fecha: 26/07/2021, Categorías: Lesbianas Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... caro, ostentoso y falto de calidez y poco acogedor, totalmente diferente a los que era la casa de Davy donde las simples piedras resultaban majestuosas y solemnes, pero transmitían sensibilidad y vida de hogar.
    
    -Ahora os cambiaréis y podéis bañaros, os quiero alegres, cariñosos y accesibles para los invitados, que queden satisfechos de nosotros, y recordad que habrá una compensación especial por esto que hacéis por la empresa.
    
    Resultó un buen discurso para disponernos a realizar nuestra labor. Volvimos al lugar donde nos teníamos que cambiar, los del equipo de catering estaban colocando unas torres de altavoces y el equipo de música que empezaba a sonar con música alegre y en tono bajo, también una gran pantalla.
    
    Nos desnudamos y escogimos el bañador, los había de todos los formatos, pero todos en colores brillantes, eran simples telitas suaves para contener o intentar tapar nuestros aparatos sexuales, o al revés, para hacernos insinuar procaces lo que no conseguían ocultar las telas.
    
    Yo escogí uno en color amarillo con un simple triángulo en la parte delantera y la cinta que me entraba desapareciendo entre las nalgas, pero tenía unas cintas de colores colgando de la que me ceñía la cintura y tapaban algo.
    
    Nos miramos unos a los otros, los más extraños y provocativos resultaban Roberto y Tomás, sobre todo éste, que sin tener una erección, el bañador no podía contenerle el pene y los testículos.
    
    Leo fue el primero en salir corriendo dando gritos, festejando ...
    ... que en un segundo terminaría en el agua sumergido y le seguimos el resto, comenzamos a jugar en el agua salpicándonos. Uno de los camareros se acercó con unas pelotas de plástico grandes y coloreadas, redondas y con forma de gotas, nos las lanzó en la piscina para que jugáramos con ellas.
    
    Llevábamos unos minutos de diversión acuática, montando sobre las pelotas o tirándonoslas cuando empezaron a llegar los invitados, lo sabíamos al escuchar el ruido de los motores de los coches.
    
    Nosotros seguíamos a lo nuestro mientras en la otra parte comenzaban a servir bebidas, alguno se acercó para mirarnos jugar, o disfrutar ya del espectáculo que nuestros juveniles cuerpos les ofrecían en nuestros movimientos del juego.
    
    Los miraba discretamente, todos eran señores mayores, alguno viejo, la mayoría vestidos con trajes. Nos miraban evolucionar y escuchaban nuestros gritos, si mirabas hacia ellos levantaban las copas o vasos en un brindis, escogiéndose desde ahora el muchacho que querían.
    
    El tiempo pasaba, estábamos bien y nos sentíamos a gusto jugando o haciendo imitación de peleas que eran abrazos, ellos bebían y hablaban señalándonos.
    
    Guillermo nos hizo una señal para que fuéramos saliendo del agua, Tomás galantemente me ayudo a salir de la piscina y continuó a mi lado, nos hicieron un pasillo para que pasáramos hacia el vestuario, uno de los invitados me detuvo colocando la mano en mi pecho y me acarició la tetilla cogiéndola entre los dedos, estaba con otro señor de su ...
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