1. La jovencita perversa II


    Fecha: 21/07/2021, Categorías: Hetero Autor: pierrelouis, Fuente: CuentoRelatos

    ... clientes que habían subido por algún servicio, consistía en una ducha, un retrete bastante maltrecho, un bidet y en una de las paredes un gran urinario hecho de material en donde podrían estar tres hombres desahogándose cómodamente. Como te has de imaginar aquello estaba hecho un verdadero mugrerío, lo aseaban una vez por semana los sábados así que para el viernes había una peste a meados y a todo lo imaginable y el desaguadero del urinario estaba cubierto de una especie de nata amarillenta producto de restos de orines y sabrá dios que otras porquerías.
    
    El cuarto que me asignaron que era el que fue de mi madre hace algún tiempo, estaba al final del pasillo y lo separaba del cuarto de aseo una pequeña covacha de apenas dos metros de ancho y era en donde se localizaban las mirillas.
    
    Era tal como me lo imaginaba, pequeño y sucio, con una cama desvencijada de tanto trajín. Rosa me explicó como funcionarían las cosas para que no hubiera duda, me dijo que la clientela del lugar como ya lo imaginaba consistía básicamente de obreros y gente de los muelles, marineros, pescadores y en fin gente con necesidad de alguna puta barata, por lo que las tarifas eran como me podría imaginar económicas, así que me tendría que conformar con ello, le contesté que no tendría que preocuparse puesto que me comportaría como lo había hecho mi madre o sea que a mí no me interesaba la pasta y que al final del día mis ganancias las repartiría con las otras putas.
    
    Como te imaginaras la vieja se ...
    ... puso feliz, pero de cualquier manera me explicó que las tarifas eran de 20 Euros la mamada, 50 la follada con mamada incluida y 60 si era por el culo, y después las tarifas especiales que eran de 100 a 150 dependiendo de si eran varios o si había algún tipo de perversión y claro que, si estaba yo de acuerdo, le dije que estaba dispuesta a satisfacer todo tipo de vicios y que me habían contado algunas cosas de cómo se las gastaba mi madre, con esto. Rosa me sonrió maliciosamente y me dijo que era igual de viciosa que ella y que nunca decía no a ninguna exigencia de los clientes y que a veces eran tan asquerosas que ni la peor de las putas aceptaría, le aseguré que eso es lo que más deseaba…
    
    En el cuarto las mirillas eran seis y estaban situadas en un muro lateral de la habitación y estaban bastante disimuladas. Y así empecé a vivir algo que había maquinado en mi mente durante muchos meses…Vivir la experiencia que había tenido mi madre, sentirme la peor de las putas.
    
    Desde la primera noche se hizo notar mi presencia en ese antro, rápidamente se corrió la voz de la nueva puta del burdel, una jovencita tan puta como la que más, y que satisfacía las fantasías más sucias, abyectas y degeneradas que pudieran imaginar, además lo hacía con verdadero gusto,
    
    No te imaginas… había de todos los gustos, desde clientes que gustaban azotar a las chicas o mearse en ellas… o aquellos con otras perversiones mayores que iban de la coprofagia hasta el bestialismo… todo lo hacía…inclusive ...
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