1. La jovencita perversa II


    Fecha: 21/07/2021, Categorías: Hetero Autor: pierrelouis, Fuente: CuentoRelatos

    LA JOVEN PERVERSA II PARTE FINAL
    
    Cuando entramos a su piso, lolita estaba resplandeciente, apestaba a orines y semen, pero toda ella resplandecía de satisfacción y sensualidad, me tomó en sus brazos y me dio el beso más dulce que me había dado desde que nos conocimos.
    
    —ven, me dijo, prepárame un baño con sales y fragancias, pero antes lame mi cuerpo, quiero que compartas la suciedad que traigo, y quiero que me describas los sabores y olores que emano y te diré si aciertas… ¡vamos ¡¿qué esperas? Estoy ansiosa de revivir esos momentos contigo y que se te empine mientras lo haces...
    
    —Mientras el agua llenaba la bañera la desvestí y la fui besando parte por parte de ese cuerpo angelical ahora salpicado de suciedad como rosa en el fango.
    
    —Vamos profesor lame bien mi coño y dime a que te sabe…
    
    —Eres una perversa Lolita…me sabe a meados y semen mezclados…
    
    —Muy bien profesor!!...me dijo con una carcajada, pero ahora termina en mi culo…
    
    ¿Te sabe igual?
    
    n Si a semen y orines, aunque saben diferente….
    
    n Claro profesor, ¿sabes por qué?, vamos pon imaginación. Lolita en ese momento parecía estar sumamente divertida.
    
    n Lo siento no lo sé, será porque unos son de Marcial y los otros de Barrabas…
    
    n Mmmm…te falta alguien…
    
    n ¿Qué? No me vas a decir que…
    
    n ¡Acertado! profesor, Ahí hay semen y meados del Mastín…ja,ja,ja…Bueno, pero eso te lo contaré a detalle después de oír algo que te ayudara a comprender mis locuras...
    
    n Ya en la bañera Lolita me ...
    ... empezó a contar la historia de su vida.
    
    -Empezaré con una bonita historia de infancia, yo nací en un bello pueblo de Andalucía.
    
    Mi familia, colmada de títulos nobiliarios, era de las más poderosas de esa región. Poseía grandes extensiones de terreno y era dueña de almas y haciendas. Mi padre, que había heredado fincas y cortijos, era además muy letrado y por un capricho que había albergado toda su vida había comprado el diario más influyente de la región, al que volvió más influyente.
    
    Mi madre por otra parte era sobrina de sacerdotes y prima de monjas. Su familia era propietaria de una de las más ricas ganaderías del país. Ella llevaba la sangre caliente de los guerreros y su piel era tan blanca como los principios en que se había educado.
    
    Ambos se desposaron muy jóvenes aún en la catedral de la ciudad, mi madre aún no cumplía los diez y siete años y mi padre rondaba los veinte la boda fue un gran acontecimiento con grandes personalidades asistiendo. Al poco tiempo nací yo, siempre rodeada de gobernantas que me educaron desde muy pequeñita en las más estrictas enseñanzas divinas.
    
    Cuando empecé a adquirir el llamado uso de razón, entre los rezos y las retoricas de los amigos de mi padre, empecé a percibir pequeñas dosis de hipocresías que aumentaban a medida que crecía mi uso de razón, adictos al régimen que nos gobernaba, siempre preocupados por la salud del Generalísimo y de quién gobernaría cuando este llegara a faltar.
    
    Después de los primeros meses y después ...
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