1. La jovencita perversa II


    Fecha: 21/07/2021, Categorías: Hetero Autor: pierrelouis, Fuente: CuentoRelatos

    ... vez que la vi, no he vuelto a saber de ella nunca más.
    
    Al poco tiempo, al ver mi padre que no podía atenderme como se debía me envió a Paris con una tía, en donde tres o cuatro veces al año me visitaba, entonces contaba con apenas ocho años...
    
    Ahora déjame completar esa parte de la historia que da una razón a tal comportamiento de mi padre, esto me lo contó en Paris una prima que nos visitó un verano algunos años después…
    
    Mi madre, según esa historia, si bien llegó virgen al matrimonio—llegó con apenas cumplidos diez y seis años, había clausurado en su alma, durante su reprimida adolescencia, una fervorosa vocación de puta, era de coño caliente, como solían decir las viejas lugareñas , y bien folló la primera vez con mi padre, comprobó que follar indiscriminadamente era lo suyo, y durante todos esos primeros meses en los cuales fui concebida follaron plenamente a diario, pero algunos meses después mi padre empezó a desatenderla pasándose horas y horas en la ciudad con su periódico, entonces, dado su ardiente temperamento empezó a masturbarse y después, ese pecado le indujo a otro y luego a otro , necesitaba confesarse y así fue como, el sacerdote confesor fue el primer cuerno que le puso a mi padre, después este sacerdote llevó a otros y otros, no se daban abasto para satisfacer el coño de mi madre. En los establos llego a follar con dos labriegos al mismo tiempo y luego pasó a otros ya mayores excesos, me dicen que llegó a mamar la verga de caballos y burros o de ...
    ... cualquier animal que le sujetaban los mamporreros... pero no era feliz, no le complacía tener sirvientes ni una hija que la vigilaban constantemente.
    
    Así fue, que en unos de sus viajes por la ciudad estableció contacto con la dueña de un prostíbulo de barrio, este antro localizado en el extrarradio de la ciudad era ideal para sus planes pues en esos lugares no se acercaban las personas decentes que frecuentaba mi padre o ella.. Bajaba entonces a la ciudad a las ocho de la noche y trabajaba de seis a ocho horas, follando con quince o veinte hombres por noche en un lugar sucio y maloliente. Volvía a casa en la madrugada, se le veía cansada pero radiante de felicidad.
    
    Debo decirte que durante el tiempo que laboró en ese lugar, el resto de las putas casi no laboraban, pues el hecho de que llegara una puta tan joven—entonces tendría unos veinticuatro años—y hermosa como la que más, hacía despertar el morbo de cualquier hombre más aun cuando se sabía que satisfacía todas las fantasías por más sucias o morbosas que fueran. Pero no creas que les importaba mucho a las putas pues al final de cada noche repartía todo el dinero que había ganado entre todas , no se quedaba con un duro del trabajo de cuatro o cinco horas en las cuales cobraba por sus servicios , pues las últimas horas hacia su obra de caridad y mandaba a buscar a mendigos y borrachos, hombres deformes, fenómenos de la naturaleza para follar y hacer marranadas que los otros hombres no se atrevían a pedir, en ese tiempo ...
«1234...9»