1. I cum in my shorts


    Fecha: 06/07/2021, Categorías: Confesiones Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... no es posible en casa por razones diversas. Haber cenado juntos, tomar un algo antes de meterse en la cama, desvestirse uno al otro, llenándose el cuerpo entero de besos, ducharse juntos, besarse y abrazarse y tocarse en la cama o en un sofá adecuado, meterse en la cama, desear mezclarse tanto que las piernas se van cruzando, los penes juntando, los culos masajeándolos, los besos con mucha saliva, el precum desperdiciándose, y finalmente vienen las sucesivas penetraciones, descansos, vuelta a comenzar y seguir, hasta que ya los cuerpos no aguantan. Despertar y estar feliz por lo ocurrido y mirar al amante y al amado con alegría y satisfacción, decirle lo bueno que ha estado, que eso se ha de repetir con frecuencia desear hacerlo en ese momento y hacerlo de nuevo antes de entrar juntos a la ducha porque no queda tiempo para otra cosa.
    
    La primera fue algo vivido de mi primera juventud, cuando tienes el fuego encendido y necesitas un culo para tu pene o un pene en tu culo; ahora voy, si lo necesito, por una sesión de sexo sin prisa, siempre en casa, que sea agradable, sin comercio, sin prisas pero brutal y con abundancia de besos para promover el clima amoroso, aunque momentáneo.
    
    Pero con John me estaba ocurriendo lo que se llama amor, ¡qué cuatro letras más bonitas: amor; amor (en español), love (en inglés), rudo (en shona), ibis (en tagalo), gaol (gaélico escocés), club (en hmong), lief (en africáans). Muy pocos usan tres letras y bastantes de cinco a siete. Amor es ...
    ... entrega, donación, te das al amante y él se te da y se te entrega para ser feliz y hacerte feliz.
    
    Y por fin ocurrió. Habían transcurrido solo 9 días desde que llegará al aeropuerto y lo introdujera en mi vida privada para que esta dejara de ser privada y se convirtiera en la vida de los dos. Fue como un noviazgo rápido. Todo comenzó, ya lo he contado, tan poco a poco, que llegó el día.
    
    Esa noche, tras el paseo con mis padres, tras la bendición tácita de mis padres, ya no hubo cama de mi hermano y mía en nuestra habitación, ya no suma cama de John y mía en ausencia de mi hermano. Se quedó la cama de mi hermano sin feliz durmiente y nos quedamos con nuestra cama.
    
    Esa noche me miró de modo distinto y yo lo miré de modo diferente. Nos miramos los dos y en nuestra mente estaban nuestras manos unidas todo el paseo y detrás mis padres bendiciendo lo que se estaba incubando entre nosotros.
    
    Esa noche John se enamoró de mí para ser mi esposo, para amarme, para desearme, para disfrutarme, para lucirse. Así ocurrió en el paseo: mis padres detrás y nosotros ante toda la gente de la calle y la plaza, sin darnos cuenta o dándonos íbamos cogidos de la mano como quien pregona a voz en grito: «Nos gustamos nos queremos».
    
    Esa noche, al llegar a casa le dije a John que él era mi hombre, que él era mi amor, que lo quería con toda mi vida, que por él arriesgaba todo lo mío. Que había encontrado el pleno sentido de mi existencia con él en mi vida.
    
    Esa noche, tras despedirnos de mis ...
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