1. I cum in my shorts


    Fecha: 06/07/2021, Categorías: Confesiones Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... verdes.
    
    Le pregunté si se quería duchar y cambiar. Me dijo:
    
    — It's very hot and I do not have shorts, we would have to go buy them if they are not very expensive.
    
    Se lo hice repetir despacio y, como lo había remirado muy bien, abrí mi armario y le puse cuatro shorts en sus manos. Tengo la mala costumbre —dice mi madre— de comprar, cuando algo me gusta, de dos en dos o de tres en tres y me sobran para poner una tienda. Se puso feliz y le dije que se podía poner de lo que había allí.
    
    Luego le mostré el baño y lo invité a que se duchara, le dije cuales eras sus toallas y lo mandé a que usara el baño y se vistiera luego de corto para ir a visitar a mi padre a su oficina. Le dije que luego me ducharía yo y salí de la habitación para estar un rato con mi madre y tranquilizarla diciéndole que era un buen chico, de 20 años y que me parecía más pequeño, aunque era igual que yo. Mi madre se puso feliz. Luego le dije que vendríamos con mi padre porque iríamos a la oficina.
    
    Cuando entré en la habitación ya estaba duchado y con la toalla envuelta en su cintura. Su torso bien formado, no tantos pectorales como los míos, pero con buenos pezones y pronunciados, seguro que se los masajeaba con frecuencia. Me desvestí, dejé la ropa doblada sobre mi cama y me metí a la ducha. Me miró, no sé si se extrañó, pero no comentó nada. Cuando salí de la ducha estaba sentado en la cama mirando hacia la mía. No bajó la mirada, inspeccionó bien y dijo:
    
    —All right!
    
    — Si te gustó me ...
    ... alegro, que tú también me gustas.
    
    No entendió nada porque se quedó mirando cómo me vestía y se dio cuenta que no me había puesto calzoncillo, dijo algo que no sabría repetir, pero me avisaba de mi ropa interior, le dije que hacía calor y no solía usar. Y lo entendió por su risa complaciente. Entonces le expliqué por qué tenía tantos jeans y tantas bermudas y shorts.
    
    Nos salimos, saludé a mi madre con un beso y me imitó. La cara de mi madre rebosaba felicidad. Fuimos a pie para que conociera mi ciudad y saludamos a mi padre que, al vernos exclamó:
    
    — Pero si sois iguales.
    
    Entonces me di cuenta que se había puesto una de mis camisetas y me puse feliz. Me había entendido. Las cosas iban bien. Mi padre me dijo que le mostrara el centro de la ciudad, que íbamos a cenar al restaurante La Bodeguilla, que iría a casa y sacaría a mi madre. El sitio para encontrarnos sería en El jamoncito y que tomáramos algo allí hasta que llegaran. Mi madre es mujer de verdad, le cuesta arreglarse, así que teníamos tiempo para ver la Catedral antes de que la cerraran. Por suerte le gustaba el gótico y se maravilló. Descubrí su faceta artística, ya solo me faltaba descubrir su faceta sentimental, pero me lo tomé con más paciencia de la que necesitaba.
    
    La cena perfecta, el paseo con mis padres maravilloso y a casa a ver un rato la televisión, como noté que John estaba cansado le dije de ir a dormir y nos despedimos de mis padres.
    
    En la habitación, no me entretuve, hacía calor, me desnudé, ...
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