1. Mi exhuberante y caliente suegra.


    Fecha: 27/06/2021, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mi exuberante y caliente suegra.
    
    Yo me llamo Jorge, tengo 45 años y llevo, ya, algo más de 15 casado con Marta. No tenemos hijos y ni mi mujer ni yo mostramos ningún interés por el sexo en común, aunque por razones distintas. Ella ha sido siempre muy fría a este respecto y nunca ha demostrado ninguna pasión. Yo, por el contrario, he sido siempre muy ardiente, aunque el desinterés mostrado por mi esposa y mis gustos personales referentes a las mujeres hayan hecho que me distanciara de ella en todo lo referente al sexo. Aunque en el resto de las cosas convivimos con cierto grado de armonía.
    
    Yo, repito, he sido y soy muy, muy caliente. Pero como ya he explicado siempre me he sentido atraído por mujeres muy diferentes a la mía. El por qué acabé casándome con Marta es una larga historia que no viene ahora al caso. A mí siempre me atrajeron y me atraen las mujeres maduras, de 50 años en adelante, grandes, macizas, rotundas; de grandes pechos, redondos, plenos, abultados, no importa que estén algo caídos, casi mejor si lo están. También las prefiero de caderas anchas, nalgas poderosa y generosos muslos. Eso sí, me gusta que el aspecto de su piel sea fino, brillante y que no se aprecie en ella ni venillas, ni manchas que estropeen su aspecto general. Por último explicaré que me fijo muy especialmente en su rostro, me gustan con un algo, que no sé explicar con precisión, que les confiere a las que lo tienen cierto halo de viciosas, de apasionadas, de sensuales... Las mujeres ...
    ... que poseen este último rasgo me vuelven realmente loco. Son pocas las mujeres en las que lo he encontrado y muchas de ellas han sido algunas de las putas que he frecuentado para mitigar la calentura que, a veces, acumulo a consecuencia de la apatía de mi mujer y del físico escuálido, delgado, sin redondeces que posee, tan alejado de mis deseos. Estas prostitutas y, sobre todo, numerosa masturbaciones, pensando en el tipo de mujeres por mí deseado, son la forma en la que he intentado paliar mi permanente calentura. Siempre me han resultado de gran ayuda las películas porno, pero no cualquiera, solamente aquellas en las que la protagonista posee los rasgos anhelados por mí. En cualquier caso, ni la masturbación ni las putas me han satisfecho plenamente.
    
    Así las cosa, se puede decir que no llevo una vida feliz, mejor dicho, debo decir que no la llevaba pues desde hace algún tiempo, unos meses, gozo plenamente del sexo y con una mujer que reúne todos los rasgos antes enumerados. Mi querida, mi voluptuosa, mi excitante Petri.
    
    Todo empezó con la llamada de mi suegra que vive en una ciudad a doscientos kilómetros del pueblo en que habitamos mi esposa y yo, nos comunicó el fallecimiento de su marido que era el segundo. A mi suegra hacía años que no la veíamos, aproximadamente desde que nos casamos mi mujer y yo. Poco antes de nuestro matrimonio había enviudado casándose casi de inmediato con el que ahora había fallecido. Este matrimonio ocasionó el enfado de su hija, mi esposa y ...
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