1. Auxilio deportivo


    Fecha: 26/06/2021, Categorías: Voyerismo Autor: Josealberto88, Fuente: CuentoRelatos

    El nuevo condominio donde vive Tania es más grande que el anterior, y queda en una zona más céntrica lo que me conviene al momento de ir a visitarla y poder salir a pasear o a comer a algún sitio. Son una serie de edificios y en el medio de todos hay un pequeño parque con juegos para niños, y a unas 6 o 7 cuadras queda un parque ecológico donde Tania sale a correr casi todos los días.
    
    Este condominio no tiene gimnasio ni piscina, pero hay zonas de ejercicios en el parque ecológico así que Tania se pasa un buen rato por ahí.
    
    Un domingo Tania salió a correr, llevaba su licra camuflada, verde militar y un top blanco; como siempre, un culo hermoso. Por esta época el calor se está poniendo mucho más fuerte y Tania no escuchó mis consejos, es importante hidratarse bien cuando se hace ejercicio, y más aún en días tan calurosos.
    
    Luego de correr por aproximadamente media hora, Tania sintió la pegada, se sentía muy cansada, mareada y le dolían mucho las piernas; se sintió asustada así que decidió volver a su casa, necesitaba agua y no había llevado nada, ni siquiera dinero. Caminaba mareada, tambaleándose, hasta que sintió que las piernas no le respondían y por un momento se desvaneció.
    
    Se había caído en el jardín de un extremo del parque y a duras penas pudo acercarse a una banca y sentarse ahí, con la vista un poco nublada miró a su alrededor y no encontraba a nadie que la pueda ayudar, hasta que vio a un señor que se acercaba a paso rápido, era mayor, tendría sus ...
    ... sesenta y tantos.
    
    -Hola muñeca, vi que te caíste, estas bien?-No -balbuceó Tania- me siento muy mareada y no tengo fuerzas, creo que me deshidraté.-Vives cerca?-Como a 7 cuadras -dijo Tania.-Vamos, mi departamento está en la esquina, te voy a ayudar y te llevo en mi carro, estas desgastada -dijo el desconocido tendiéndole la mano a Tania.
    
    Tania lo pensó unos segundos, pero el malestar que sentía era muy fuerte y no quería tener que caminar tanto, así que acepto la ayuda.
    
    -Está bien -dijo Tania, mientras cogía la mano del señor.-Por cierto, soy Sergio, cómo te llamas muñeca?-Tania, mucho gusto y gracias por ayudarme.-El gusto es mío Tania y no podría dejar de ayudar a una dama.
    
    Sergio pasó el brazo de Tania alrededor de su cuello y con una mano le cogió la mano y con la otra la sostuvo de la cintura ayudándola a caminar.
    
    Caminaron media cuadra hasta llegar a la esquina donde había un edificio blanco de unos seis pisos. Sergio sacó su llave y abrió la puerta de la entrada, pasaron al hall de la recepción donde llamaron el ascensor, luego subieron hasta el piso 5, salieron y caminaron por el corredor hasta el final, Tania no pudo ver el número del departamento e ingresaron.
    
    -Espérame aquí -dijo Sergio mientras la ayudaba a sentarse en el sillón de la sala- voy a traerte algo de tomar.
    
    Tania se recostó en el sillón con una pierna arriba y la otra en el suelo, estaba muy fatigada.
    
    Sergio salió de la cocina con una bebida rehidratante y un chocolate.
    
    -Toma esto ...
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