1. La Vida es un Sueño


    Fecha: 18/06/2021, Categorías: Incesto Autor: ioelmejor69, Fuente: SexoSinTabues

    ... mi hijo solo era la herramienta. Pensando en cómo hacerlo me di cuenta que el sr. Benjamín empezaba a secarse vigorosamente con una toalla y se enfundaba en su bata, Salí del cuarto pensando cómo hacerlo. Esa misma noche, platicando en la sobremesa, el sr. Benjamín sonriente me dijo: -Esta mañana me observaste mientras me bañaba, ¿Por qué lo hiciste? ¿Te pareció algo interesante? Garraspé y casi tosí, se había dado cuenta porque con las prisas por salir de su habitación no había yo recorrido la cortina, no sabía que contestar, simplemente dije: -Si lo hice, quería yo ver si lograba despertar en mí el deseo por un hombre y así poder ver si puedo llegar a bañarme con usted y compartir un poco más que el baño. -No, no es lo que yo deseo, contesto de inmediato, Solo quiero que me des el placer de mirarte, no dijo más, se puso de pie y se retiró a sus habitaciones. Ahí me quede, sentada y pensando en el error que había cometido, pensando si sería capaz de seguir complaciéndolo. A pesar de todo, acepte el bañarme diariamente y haciendo de este un momento de más de una hora, ahora, tratando de estimularme, me di cuenta que si bien fantaseaba con las caricias de mi hijo, tenía años de no ver a mi hijo desnudo, comencé a pensar en cómo seria y como poder llegar a verlo. Transcurrieron varios meses y una tarde después de haberme bañado, el sr. Benjamín me llamo para pedirme que le hiciera o comprara un pastel, Salí a comprarlo, al cenar me dijo que este día cumplíamos un año de nuestra ...
    ... relación tan especial y que había decidido festejarlo, reímos y bromeábamos hasta que insistió en que para hacerlo mejor, lo único que faltaba era que lo hiciera yo participe de mis fantasías y le compartiera la causa y origen de las sensaciones que podían provocar mi goce diario. Después de reflexionar brevemente, me decidí a confesar mis obscuros sentimientos, al fin tenía la fuerza de hacerlo y sin pensar empecé. -Es por mi hijo, dije por lo bajo. -¡Es por mi hijo que me mojo y me estimulo! Rápidamente, conté como me aficione a las caricias inocentes de mi hijo y como estas al paso de los años, habían sido el estímulo de mis fantasías masturbatorias, mientras contaba, el sr. Benjamín, apretó una de mis manos en señal de apoyo y comprensión. Durante el tiempo de la plática, sentí un particular desahogo, por fin después de tantos años, dejaba salir el enorme sentimiento de culpa que la idea del incesto me consumía, al exteriorizar los sentimientos y la turbación natural de el origen de esa oculta pasión, reflexione que en si no era nada, tal vez para mi hijo, no fuera nada significativo y era solo algo que el hacía en forma inconsciente y sin malicia. El sr. Benjamín, durante todo el tiempo miro a mis ojos, sentí su mirada escrutadora pero en cierto punto también con comprensión, simpatía y tal vez hasta empatía con mis sentimientos y emociones. -¡Quiero conocerle! Fue lo único que dijo. -¡Debes traerlo a casa! ¡Platicaremos con él, sobre su futuro! Se puso de pie, puso una ...
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