1. Mi hermana Ana


    Fecha: 18/06/2021, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... la profesora.
    
    - ¿En serio vas a hacer eso? -preguntó asombrado mi hermano y ella asintió en silencio.
    
    - Ya verás, será como una esclava -dije, dirigiéndome abiertamente a ella esta vez- ¿Verdad?
    
    - Sí, haré lo que vosotros digáis -respondió con la mirada baja.
    
    Salimos muy serios y volvimos a la habitación. Al llegar Roberto y yo nos miramos, y empezamos a reír celebrando nuestro triunfo. No nos quedábamos sin la balsa y encima nos harían los deberes.
    
    Al día siguiente, volvimos a casa después de comer y al ir a nuestra habitación para estudiar, llamamos a Ana.
    
    - Acuérdate que tienes que hacernos los deberes -le dijimos cuando entró.
    
    - Os haré los que no sepáis hacer, pero no todos -nos dijo con nerviosismo- Yo también tengo trabajo.
    
    - Está bien, tú verás lo que haces -contesté- Pero ayer no fue ese el trato.
    
    - Oye, el trato fue que os ayudaría en lo que pudiese, pero no cargaré con todo el trabajo. ¿De acuerdo? -nos respondió.
    
    - Tú dijiste que harías lo que quisiéramos, ¿verdad, Roberto? -continué.
    
    - Sí, es verdad, lo dijiste -me ayudó mi hermano.
    
    - Escuchad, tengo mucho trabajo -se defendió- Mirad, haremos una cosa. Haced lo que podáis y el resto os lo hago yo luego. Venga, os lo recompensaré.
    
    Aceptamos el trato y comenzamos a trabajar. Apenas podía estudiar, mi cabeza estaba en otras cosas. Tanto pensaba en el tema que empecé a excitarme, así que me levanté y me fui al baño, necesitaba hacerme una paja. Cuando volví, ya había tomado ...
    ... una decisión. Le haría chantaje. Ya que bajo ningún concepto quería que mi padre se enterase de que la habíamos pillado masturbándose, podría aprovecharme de la situación. Y enseguida pensé una forma. Todas las noches, cuando volvíamos de casa de mis abuelos después de cenar, Ana tenía por costumbre bañarse antes de acostarse. Si no quería que le contase nada a mi padre, tendría que dejar que me bañase con ella.
    
    Estuve toda la tarde ansioso de que llegara el momento. Y llegó. Entramos los tres en casa y Ana se dirigió a su habitación para coger el camisón. Mientras, yo llevé a mi hermano a nuestro cuarto y le acosté. Rápidamente, volví al pasillo y me quedé esperando cerca de la puerta del baño.
    
    - ¿Qué haces ahí parado? -preguntó al pasar por mi lado.
    
    - He decidido que si no quieres que diga nada a los papás, tienes que dejar que me bañe contigo -le dije muy seriamente.
    
    - ¿Qué dices? -respondió sorprendida y levantó la mano para pegarme.
    
    Me protegí la cara con las manos, pero no fui lo bastante rápido y me soltó un tortazo que me hizo ver las estrellas.
    
    - Pero, ¿estás loco? ¿Cómo has podido tener una idea tan retorcida? -dijo dirigiéndose a mí.
    
    - Te prometo que como no me dejes entrar contigo, le contaré a papá que vi cómo te hacías una paja con la foto de Marlon Brando -la amenacé sin ocultar esta vez que sabía lo que había estado haciendo.
    
    - No me lo puedo creer -dijo con incredulidad- Mi propios hermano haciéndome chantaje.
    
    Se dio la vuelta y se ...
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