1. La tentación se llama Pam


    Fecha: 09/06/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Javítelaví, Fuente: CuentoRelatos

    ... pezones o en mi clítoris me hacía gemir. Yo le había bajado el pantalón y vi que su erección era enorme. Su polla no era demasiado grande, pero era muy bonita, tenía un tamaño considerable, me pareció perfecta.
    
    Jorge fue bajando sus besos hasta hacerse con mis pechos. Yo le masturbaba y hacía aparecer y desaparecer su glande colorado. Se lo quería chupar, estaba bien lubricado. Fui hacia su verga e hicimos un 69 fantástico. Ambos nos absorbimos nuestros jugos, pero yo quería más.
    
    - Métemela, Jorge.
    
    Él estaba muy excitado y se dio la vuelta y me la metió de un golpe. Grité y le pedí más. Le busqué su culo y le metí un dedo en su agujero. Le sorprendió mucho y tensó sus glúteos. Le pedí que me metiera a mi su dedo en mi ano. Le chupé sus dedos y lo hizo. Volví a suspirar. Desde que empecé a hacerle un dedo su polla se había puesto aún más dura. Entraba y salía con fuerza de mí y también jadeaba. Me decía que me deseaba y yo le decía lo mismo. Y nos besábamos. Me dijo que iba a terminar. Le metí más el dedo y se corrió dentro de mí. Una corrida fabulosa. Me había hecho gozar mucho.
    
    Como sabía que ése sería nuestro único polvo, me levanté y le limpié la verga con mi lengua, ensalivándola, tragándomela. Le dije que le quería cabalgar y eso hizo efecto y volvió a empalmarse. Me puse sobre él y empecé a saltar. Él me agarraba del culo y de las tetas con lujuria, aunque le estaba haciendo un poco de daño con mi brusquedad. Yo gritaba con cada arremetida y decía sí, sí, ...
    ... quiero tu polla bien dentro. Le pregunté si me quería ver a cuatro patas. Me puse en esa posición y me entró por detrás. Después de un mete saca frenético le dije que me metiera más dedos en el culo, que quería que me penetrara por ahí. Por fin sacó su vocabulario grosero y me dijo que tenía el agujero ensanchado, me llamó puta y lo ensalivó. Me metió su lengua y le pregunté si Silvia le había permitido darle por culo. Me dijo que no y me metió el tronco en el culo. Me dolió bastante. ¿Quieres más rabo? Toma, y me metió más rabo. Grité más y le excité, por lo que volvió a embestirme. Noté sus huevos en mi culo. La sacó de nuevo y la volvió a meter. Una y otra vez. Me estaba matando y le insultaba, aunque ya me estaba metiendo hasta cuatro dedos en la raja y estaba gozando como nunca. Conseguí que me dijera que me deseaba más que a Silvia, que deseaba mi cuerpo, mis tetas, mi coño. Él decía que sí a todo y seguía follándome y me preguntaba si quería más rabo. Yo decía que sí. Estaba gozando con tanta presión y se corrió por fin. Otra buena ración de leche.
    
    Le dije que nos ducháramos y lo volvimos a hacer, esta vez de pie, yo enroscando mis piernas sobre su cintura y él sujetándome y culeándome. Nos acostamos y nos quedamos dormidos. Por la mañana me desperté antes que él y vi que ambos estábamos desnudos. Me excitó verle su pene tan pequeñito, así que empecé a agitarlo, a acariciarle los testículos. Me lo llevé a la boca y en poco tiempo volvía a estar enorme. Jorge se hacía ...