1. Secreto de confesión


    Fecha: 07/06/2021, Categorías: Confesiones Autor: Nikaibz, Fuente: CuentoRelatos

    PRÓLOGO
    
    Volvían de la capilla cuando me encontraron. Mi cadáver estaba descuartizado en el jardín del claustro. Las hermanas se escandalizaron al ver mis intestinos por el suelo; pero la hermana Sarah no se inmutó, no reaccionaba.
    
    SARAH
    
    Siempre sentí que era diferente, y cuando cumplí los 21 decidí ingresar en el convento de las benedictinas.
    
    Al principio fue muy duro; levantarse tan pronto, rezar 7 veces al día, y el arduo trabajo en el campo para mantener la comunidad, no eran tarea fácil. Pero la madre Sofía siempre me ayudaba.
    
    Tuve una conexión extraña con la abadesa desde el principio. Cuando entré en el convento mi primera visita fue al despacho de la madre superiora. Yo era postulante y esperaba encontrarme con una anciana de 70 años. Pero allí estaba Sofía, la Abadesa recién elegida, de 41 años. Sentí una punzada en el corazón cuando la miré a los ojos, unos ojos que me miraban con un brillo especial que me traspasaba el alma, no podía moverme y un calor que no había sentido antes se apoderó de mi entrepierna.
    
    La madre Sofía seguía mirándome a los ojos mientras me explicaba las normas del convento y me ofreció su ayuda para cualquier cosa que necesitara.
    
    - Hermana Sarah, ahora la acompañarán a su celda. Si no le importa pasaré en unos minutos para ver si se acomoda bien.
    
    - Gracias Madre.- contesté tragando saliva.
    
    Seguidamente la hermana Catalina me hizo un gesto para que la siguiera. Caminamos por un pasillo largo lleno de puertas, subimos ...
    ... dos pisos por unas escaleras y entramos en otro pasillo con más puertas, nos paramos en la tercera y la hermana Catalina abrió. La celda apenas disponía de un camastro pequeño, una mesita de noche, un escritorio, un armario, y un pequeño lavabo.
    
    -El hábito lo encontrara en el armario, tal vez le cueste un poco llevarlo al principio, pero las postulantes van mas cómodas.- dijo la hermana Catalina mientras movía un poco la prenda que apretaba su cuello.
    
    -Gracias hermana, ¿hay mas postulantes?- Pregunté.
    
    - No, está sola en el pasillo, el resto de las hermanas están abajo.- Miré a la hermana Catalina un poco asustada, y debió darse cuenta de mi inquietud porque enseguida me hizo un apunte.- No se preocupe hermana, la Abadesa está al final del pasillo, ella suele encargarse de las postulantes personalmente.- Sonreí, no solo por el alivio de no encontrarme sola en aquel oscuro y frío pasillo, si no por tener cerca a la madre Sofía. - Hermana, acomódese, deshaga la maleta y habitúese a su nueva vestimenta, recuerde que la cena se sirve a las 8, no se preocupe por llegar a la Letanía, entendemos que se tiene que acostumbrar. Y ahora si me disculpa debo ir a Vísperas.
    
    La hermana Catalina me hizo una inclinación de cabeza y salió de mi celda cerrando la puerta tras ella.
    
    Abrí el armario y allí estaba, un vestido de manga larga totalmente negro, el velo era sencillo de color blanco, a juego con el cuello blanco de la camisa interior, y no parecía ser tan agobiante como el ...
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