1. DE ENFERMERO A AMANTE INCESTUOSO


    Fecha: 28/05/2021, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... fue superlativa.
    
    La fui tocando, acariciando su vulva, metiéndole mis dedos, hasta que una vez la hube excitado muchísimo y comprobando que estaba más vulnerable, la levanté, le sequé su vagina y arrodillado ante ella le lamí toda la rajita, comiéndome su chochito, logrando que ella estallase en un gran orgasmo.
    
    —Aunque no pueda verte la picha, necesito que me la pongas delante de mi cara, para poder aspirar su olor y saborear tu miembro viril, ya que me has hecho que olvidase mi lesión ocular y gracias a ti mi coño, libre de telarañas, porque solamente he follado, para que lo sepas, aunque no quiero que se lo cuentes a nadie, ni siquiera a la arpía de tu madre, un par de veces con un novio que tuve, y que me dejó muy insatisfecha, por cierto, haciéndome odiar a los hombres por su comportamiento machista y violento.
    
    Desde entonces mi coño ha estado cerrado a cal y canto, aunque si hubiera querido, muchos moscones me han rondado con ganas de follarme. Y ya ves, lo que son las cosas, ahora llegas tú y me comes el chichi hasta hacerme correr como una colegiala. Te estoy muy agradecida, pero apresúrate no venga alguien a la habitación y me prive de comerme tu cosota.
    
    Me bajé los pantalones, y el slip, mientras mi tía se sentaba en el inodoro. Le puse la polla al alcance de su boca y ella la besó, ponderó su largura y grosor, y tras hacerme una paja muy satisfactoria, antes de que me corriera en sus finas manos, abrió la boca y no sé cómo, aún se pudo meter el enorme ...
    ... tronco hasta casi la raíz.
    
    Yo sujetaba su cabeza, imprimiendo a su mamada el ritmo adecuado. Mi tía era insaciable, pensé que era caníbal y que se quería comer mi pene, a juzgar por las absorciones y expulsiones tan violentas que hacía a mi verga. Además me rozaba con sus dientes, me lamía y hasta me mordisqueaba, de vez en cuando, el glande poniéndome excitado como una moto.
    
    Cuando me corrí en mi boca, tras un intento fallido para que dejara de hacerme una felación tan placentera, mi tía, como una experimentada prostituta no quiso perderse los chorros de semen que brotaron de mi polla. Ella se los tragó sin rechistar, como una glotona consumada y cuando ya me quedé satisfecho, lamió las últimas gotas de lefa y se relamió satisfecha.
    
    —Vamos a la habitación y dame un poco de agua, pues con tanta ingesta de leche me voy a engordar, pues una amiga mía que es muy putilla y que se ha tragado litros de semen, dice que ha ganado unos kilos en el culo y en las tetas, de beber a deshoras tantos biberones.
    
    —Gracias tía por la mamada. Eres un bombón de mujer, que en estos días me voy a comer crudita, pues me gustaría follar contigo. Lástima que lleves la venda en los ojos y que la excitación te pueda perjudicar la herida.
    
    —esto no ha sido nada, cariño mío. Esta noche cuando pase la última ronda la enfermera, nos meteremos en el baño y echaremos un polvo ¿Verdad mi vida?—me preguntó muy excitada.
    
    Le di un beso en los labios, para sellar nuestro acuerdo y luego nos unimos ...
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