1. Andrea, una asalta cunas a quien le asalté el culo


    Fecha: 16/05/2021, Categorías: Incesto Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... principio, como ella me lo pidió, quería por lo menos terminar con las cosas de su habitación y la cocina, lo demás podría esperar. En cuatro horas la nueva casa iba tomando forma y me pide que descansemos, pues ella ha ordenado pizza para almorzar y es cuando tengo la oportunidad de disfrutar de ver esas lindas piernas con disimulo y aunque no me parecía adrede o con una intención de muy lanzada, la Sra. Andrea en ese de cruzar la pierna de un lado a otro, me permitió de vez en cuando que le mirara los calzones, y para un chico como yo de 18 años y con la testosterona encendida, eso me hizo conllevar una erección que no pude disimular, pues vestía de esos pantalones deportivos. Creo que ella me lo notó y creo que le gustó la idea que ella podía a su edad excitar a un chico como yo.
    
    - ¿Listo para la universidad?
    
    - Si… dos meses más y comienzo esa aventura.
    
    - ¿Tienes novia?
    
    - ¡No!
    
    - Eres un chico muy guapo… regularmente chicos como tú no solamente tienen una novia, tienen varias… -lo decía riéndose.
    
    Mientras comía mi pizza con soda, ella se levantó a tomar no sé qué cosa y se agachó a recoger algo y pude observar que llevaba un calzón blanco diminuto y que se le metía entre las nalgas: una vez más mi erección se hace más potente y no sé realmente si esta linda señora de nombre Andrea lo hace adrede o no sé si se da cuenta lo que me está causando. En esa época yo tenía el cabello largo con unos 20 centímetros por debajo de mis hombros y es cuando ella me ...
    ... dice:
    
    - Sabes, me gusta tu cabello, pero tienes que darle un recorte para que crezca parejo… si encuentro las tijeras te lo puedo recortar. Soy profesional del cabello, no te preocupes… estas en buenas manos. –Me dijo con otra sonrisa.
    
    Cuando me dijo eso, se me había acercado y sentí sus pechos por sobre el hombro y olí ese perfume, ese olor que me atrajo y pues creo que ambos segregábamos feromonas que en mi caso estimulaban mi hambre sexual de 18 años. Continuamos el trabajo y en dos horas más todo estaba distribuido, su habitación ya tenía un ambiente habitable, la cocina se miraba todo en orden y ella destapó una cerveza y le da unos tragos y me la pone en la mano, y con la agitación del trabajo, pues esos tragos de cerveza me cayeron muy bien. Y es cuando me dice: ¡Tony, encontré las tijeras!
    
    Me hace pasar al baño del pasillo, pone una silla y antes de ponerme una toalla por los hombros, me pide que me quite la camisa. Lo hago y ella le da cumplidos a mis pectorales y en broma amenaza con quitarme la melena. Se toma unos 7 minutos haciendo un pequeño corte y donde me doy gusto de volver a sentir su aroma, sus pechos siento que me rozan de vez en cuando y es cuando le digo que me siento incomodo, que estoy muy sudado. Y es cuando ella me dice: Sabes Tony, a muchas mujeres nos gusta el olor de un hombre sudado. No te incomodes, tú hueles rico. –me dijo.
    
    Sentía su aliento tan cerca con esa frescura de esos tragos de cerveza, pues ella había tomado otra y nuevamente ...
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