1. Desvirgué al malandrito heterosexual


    Fecha: 07/05/2021, Categorías: Gays Autor: alej97, Fuente: SexoSinTabues

    ... peo. — Quédate tranquilo vale. Mira que se tiene que repetir, lo hiciste muy bien—dije alborotándole el pelo. — Deja la mariquera. Cuando entramos, al parecer nadie había notado nuestra ausencia porque nadie nos dijo nada. Nos separamos y al ratico se me acercó Raúl. — ¿Estabas con Luis? — Sisa. — Te lo estabas cogiendo, seguro, jajajaja. — Jajaja, qué es. Quisiera él. — Te lo creo. — ¿Por qué lo dices? — Porque pa mí que ese bicho es de esas Jajaja. — No vale ¿Tú crees? — Sisa, yo que te lo digo. — Ayy vale, ¿pero yo como que me perdí de algo fue? — Qué es. ¿Tú eres marico? — Sí jajaja. — Si eres cagón, chamo. — Era un chiste cruel —le grité mientras se iba. Había pasado como una hora y Luis ni me cruzaba la mirada. Lo veía bailando con Andrea. Lo que notaba era que se estaba divirtiendo. En una mano tenía un vaso con licor y en la otra un cigarro. Y bebía y fumaba mientras bailaba. Una media hora después me hacía señas como si brindáramos e hice lo mismo mientras me sonreía a manera de complicidad. No pasaron 15 minutos cuando lo vi que estaba subiendo las escaleras hacia el segundo piso no sin antes verme y sonreírme. Lo seguí con disimulo. Arriba habían cuatro cuartos. El de los papás, el de sus hermanos, uno de huéspedes aunque lo que había eran peroles y el de Alberto. Luis había entrado al de Alberto y lo supe porque había dejado la puerta algo abierta. La cerré al entrar y vi que Luis estaba boca bajo en la cama y se había quitado los zapatos. Hice lo mismo después de ...
    ... haber cerrado la puerta. — ¿Estás cansado? —pregunté estando aun de pie frente a la puerta. Negó con la cabeza. Me le fui acercando y me le encimé hasta quedar completamente encima de él y en esa posición le hablé al oído. — ¿Te gustó lo de hace rato? Asintió con la cabeza. Listo, estaba todo dicho. Pero sentía que estaba desganado y que si yo intentaba hacer algo y él cedía sería por la droga y el alcohol que llevaba encima. Cuando decidí levantarme me tomó del brazo. — ¿Pa dónde vas? ¿Yo te dije que te movieras? No respondí. Le hice caso y me quedé un rato más encima de él. Después comencé a hacer un movimiento de caderas como si lo estuviera cogiendo, pero era lento, muy lento el movimiento. Dejé de hacerlo a ver si me decía algo, pero en su lugar, lo que hizo fue comenzar a mover sus caderas como si lo estuviera cogiendo. Capté que me lo iba a coger fuese como fuere. — ¿Me quito el pantalón? —pregunté. Él asintió. Luego comencé a quitarle el pantalón a él y se dejó. Le quite el bóxer y me quité el mío también. Entonces él se incorporó en sus rodillas y se quitó la franela que cargaba, yo hice lo mismo. En seguida me le encimé y le puse el guebo en la raja pegando totalmente mi pecho a su espalda. Soy lampiño y la sensación de sentir la textura de su piel junto a la mía no tenía precio. Así estuvimos unos segundos pero no aguanté y comencé a moverme poco a poco. Hacia delante, hacia atrás. Hacia delante, hacia atrás. De esa manera comencé a pasarle mi lengua por su oreja, ...
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