1. Perversión de una embarazada fumadora


    Fecha: 06/05/2021, Categorías: Hetero Autor: Lucyfer, Fuente: CuentoRelatos

    ... más abierto de lo normal para lucirlas sin cortarse un pelo, ataviada con un vestido de fina tela negra, bastante ajustado a pesar de su estado, con algunos botones desabrochados por arriba y otros tantos por abajo. Sus muslos también se veían, hasta la altura que se mostraban, soberbios.
    
    -Joder… cómo está la preñada, ¿no?
    
    -Ya ves.
    
    -¿Quién es?
    
    -Es la chavala de Javi.
    
    -¿De Javi?
    
    Asintió con la cabeza Pedro mientras secaba unos vasos recién lavados con un paño.
    
    -No sabía nada.
    
    -Lleva con ella ya tiempo. Casi un año.
    
    -Coño…
    
    Javi era compañero de gym. Se me hacía extraño no haber sabido antes que andaba saliendo con un pibón semejante.
    
    -¿Es suyo el paquete?
    
    -Sí.
    
    -Te cagas... A estas alturas.
    
    No era tan mayor el chaval. No conocía su edad exacta, pero debía andar por los veintisiete o veintiocho años, seguro no llegaba a los treinta. Ella por su parte, se veía ya bien entrada en ésta, notablemente mayor que él.
    
    -Creo que ha sido buscado.
    
    -No jodas…
    
    -¿Te parece que a esa leona se le puede hacer un bombo sin que ella quiera y o busque?
    
    La verdad era que estaba tremendísima. Su ya bastante abultada barriga –no soy un experto en el tema, pero calculé que debía estar de cinco o seis meses- no le impedía resultar atractiva y excitante. En realidad, incluso podría decirse que aumentaba el morbo que despertaba.
    
    Me sentó como una patada en el vientre verla encenderse un primer cigarrillo –que yo le viera-. Ese detalle puede hacer ...
    ... odiosa a la tía más buena. Javi se inclinó para darle fuego y ella, tras aspirar para encenderlo, se apoyó sobre el respaldo de su silla, sin perder la postura erguida de su torso, y expulsó larga y pausadamente una densa y nube de nicotínico humo. Sentí un acceso de rabia y odio en ese momento.
    
    -Pues es bastante cerda la tía, ¿no? Fumando en su estado…
    
    -Y bebiendo. Ya lleva dos gin-tónics.
    
    No parecía causarle tanta indignación a Pedro.
    
    -¿Y lo ves normal?
    
    -Tío, que tengo un bar. Si me pongo exquisito me quedo sin clientes y a ver de qué como. Ella sabrá lo que hace.
    
    -El problema es que está jodiendo al niño, no sólo a ella.
    
    -Lo va a joder igual. No se puede hacer nada y si le dices algo lo único que puedes conseguir es que se moleste y crear mal rollo encima.
    
    -Ya…
    
    Al cabo de un rato estaba con el grupo en la mesa. En contra de mi voluntad -¿seguro?-, profundamente fascinado con aquella zorra. Esa fascinación que en nosotros ejercen algunas cosas que repudiamos con todas nuestras fuerzas, pero que no podemos dejar de mirar (escuchar, tocar… lo que proceda en cada caso, según la naturaleza del objeto de nuestra atracción). Amor y odio, me quema cuando lo miro, pero no puedo dejar de hacerlo… Supongo que sabréis de lo que hablo, todos hemos experimentado cosas así.
    
    De allí nos fuimos a casa de Miguel, otro de los integrantes del grupo de futboleros de viernes. Algunos dijeron de salir a dar una vuelta, idea que fue secundada por varios. Sugirió aquél ...
«1234...15»