1. Iniciando a mi cuñada


    Fecha: 08/04/2021, Categorías: Otras Categorías, Autor: AlbertCC, Fuente: CuentoRelatos

    Una tarde al inicio de un curso escolar en la universidad, estaba con mi mujer en casa de mis suegros y mi cuñada dijo que pronto empezaría su nuevo curso. Cabe decir que es una chica muy linda, se llama Karina, tiene 21 años (yo tengo 31) mide 1.67, es de tez blanca, un cabello hermoso, una cintura delgada, tetas pequeñas pero paraditas y un culito muy rico, se viste muy bien y a veces deja ver su hermoso culito con su ropa ajustada.
    
    Resultó que los inicios del horario de su curso se cruzarían con mis horarios para abrir mi negocio y algunos días el cierre sería a la hora de su salida. Por lo que cuando comenzó a contarnos, le ofrecí que yo pasaría por ella ya que la universidad me quedaba de paso. Al inicio no lo hice con ninguna intención, pero después de acostumbrarme a verla, empecé a mirarla diferente.
    
    Las primeras semanas conversábamos poco, pero con el pasar del tiempo teníamos muchas conversaciones. Karina me contaba de sus cursos de la escuela, sus amigos y amigas, y lo que más me llamaba la atención, de todo el ejercicio que hacía y de cómo le dolía su cuerpo. Poco a poco empezamos a tener más confianza.
    
    Un día entré a su casa y escuché que Karina se estaba bañando. Imaginé como sería verla, pero no me apresuré por lo que aproveché y subí a su habitación. Me excitaba el hecho se saber que llevaría debajo de esa ropa ajustada que usaba. Abrí su cajón y vi todas sus braguitas y tanguitas, sus sujetadores. No vi conjuntos de lencería y por lo que la conocía ...
    ... asumí que aún era algo inocentona en cosas de sexo.
    
    Cuando ella salió, yo estaba muy serio sentado en la sala.
    
    Karina: Hola Beto (ya no me decía cuñado, sino por mi nombre), se me hizo algo tarde, ¿me esperas un poco? (se asomó en toalla)
    
    Yo: Si claro, con mucho gusto. ¿Aun sigues adolorida de ayer?
    
    Karina: Si un poco. Creo que no haré ejercicio hoy.
    
    Al salir, le volví a preguntar si haría ejercicio, ella me dijo:
    
    Karina: No, creo que no.
    
    Yo: ¿Con un buen masaje te repones no crees?
    
    Karina: El problema es quien me lo da jejeje (se rio)
    
    En la tarde tocaba que pasara por ella. Cuando se subió al auto empezamos a platicar de todo, cuando llegamos, me percaté que no había nadie en su casa, entonces le dije: ¿Aun quieres ese masaje? Karina se sonrojó. Y me dijo: Pues no suena mal. ¿Quieres pasar?
    
    Entramos y ella se fue a cambiar, eso me extrañó. Regresó y llevaba puesta una blusa de tirantes y un short pequeño. Yo estaba sentado en un sillón individual y ella se recostó boca abajo, lo cual dejó su culito redondo y hermoso en una mejor vista para mí. Empecé a recordar que había visto su ropa interior y aunque no sabía que llevaba puesto, me lo imaginaba, fue tan rápido. Karina me dijo: Si me vas a dar ese masaje prometido, ¿cuñadito?
    
    Me levanté rapidísimo y me acerqué. Ella se puso boca abajo y empecé a masajearla. No era un masaje de estrés así que no estuve mucho en el cuello, estuve buen rato en la espalda dándole un rico masaje, de pronto vi sus ...
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