1. Iniciando a mi cuñada


    Fecha: 08/04/2021, Categorías: Otras Categorías, Autor: AlbertCC, Fuente: CuentoRelatos

    ... piernas y empecé desde los tobillos, poco a poco subía, llegué a sus muslos y subía poco a poco, cuando estaba por llegar a su culito me detuve, me lo salté y fui a la espalda. Karina sonrío. Seguí por la espalda, cuando de pronto ella se bajó los tirantes de la blusa y el sujetador. y me dijo: Desabróchame el sujetador y bájame la blusa, para que me masajes bien la espalda. La obedecí, aunque tenía unas ganas de verle las tetas me contuve y solo le di masaje en su espalda. Volví a sus muslos y estaba por terminar, cuando, sin levantare me dijo:
    
    Karina: ¿Sabes qué? me ejercito de abdomen, piernas y... (hizo una pausa) glúteos.
    
    Me quedé atónito. Jamás pensé que me lo pediría. Pero lo empecé a masajear, lentamente, quería aprovechar el tiempo y tocarlo era delicioso. Duré varios minutos solo masajeando su culito, pensé que debía terminar y lo hice. Karina se acomodó su blusa y sujetador y se fue a su recamara. Me fui a la cocina para estar a solas, para relajar mi excitación que ya se notaba. Estaba a punto de irme sin despedirme cuando llegó y me agarró las nalgas.
    
    Karina: Bueno creo que me debes varios de estos.
    
    Me sorprendí demasiado y le dije:
    
    Yo: Creo que sí. ¿Quieres que congelemos la deuda?
    
    Karina: Dejémosla abierta. Puedes incrementarla, aunque dudo que la puedas saldar pronto.
    
    En los días y semanas siguientes, muchas veces me dejaba tocarle el culito, poco a poco los toqueteos mutuos eran más comunes pero discretos. Habíamos empezado por ...
    ... tocarnos el culo, pero poco a poco ella me deba más apertura para acariciarla. En 4 semanas, los toqueteos estaban tan permitidos, que empezó a ir a diario a mi negocio, yo cerraba, nos besábamos y ella me tocaba lo que quería y ella se dejaba tocar todo, pero siempre por encima de la ropa. Un día, casi 7 semanas después del masaje, llegamos a su casa y vimos que no había nadie. Karina envío algunos mensajes, no me dijo nada y de pronto recibió algo. Entonces me dijo:
    
    Karina: ¿Quieres pasar? No llegará nadie hasta las 10. (Eran las 6)
    
    No habíamos tenido esa oportunidad desde lo del masaje, pero esta vez ella se había asegurado del tiempo que teníamos. Entramos y ella comenzó a besarme, pronto empezó a tocarme como lo hacíamos en el negocio. Yo le correspondía con lo mismo. De pronto se detuvo y me dijo:
    
    Karina: Pensé que nunca tendríamos este tiempo y quiero aprovecharlo. ¿Me esperas un momento? Yo solo asentí con la cabeza.
    
    Fue a su recamara, no sabía que tenía planeado ni siquiera sabía si era virgen o ya había tenido una que otra experiencia sexual. Yo esperaba en la sala, cuando de pronto llego. Tenía puesto una blusa de tirantes y un short muy corto (casi la misma ropa del día del masaje). Cuando llegó le dije:
    
    Yo: ¿quieres otro masaje?
    
    Karina: ¿Cómo adivinaste?
    
    Yo: Pues... se nota.
    
    Karina: (mientras se recostaba) Pero esta vez puedes tocar y ver lo que quieras cuñadito.
    
    Estaba sorprendido, era mi oportunidad de tocarla todo lo que quisiera y por mi ...
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