1. Mis hermanas me pervierten


    Fecha: 03/04/2021, Categorías: Incesto Autor: Pamela BsAs, Fuente: CuentoRelatos

    ... el turno de la tanguita, se dio vuelta, se agachó y fue bajando la tanguita de a poco haciéndome ver su pequeña vulvita peluda. Se metió en la ducha.
    
    -¿No te bañás conmigo?
    
    -Sí, claro. Me metí en la ducha después de sacarme la bombacha y el corpiño, la di vuelta y empecé a enjabonarle la espalda. Había una de esas esponjas ásperas. Ella tomó la esponja y me dijo:
    
    -Limpiame toda con esto. Y limpiame fuerte, porque estoy muy sucia.
    
    Empecé por su boca. Mientras la esponja enrojecía el contorno de sus labios mis dedos se metían en su boca, para con su misma saliva calmar la aspereza y suavizar el dolor. Su lengua jugaba frenéticamente con mis dedos. Mientras más duro refregaba, ella más gemía. Ahora estaba en sus pezones rosados y duros. Pasé esa lija por su sensibilidad y pareció explotar. Hizo que refregara cada vez más fuerte y guió mi otra mano hasta su conchita. Ella me mostró todo lo que quería que le hiciera: que no dejara de pasar la esponja por sus tetas mientras que con dos de mis dedos arremetía cada vez más fuerte contra su concha pulposa. Yo también estaba empezando a calentarme, pero ver a mi hermanita gozar era muy placentero. Disfrutaría el momento. Después vería que hacer.
    
    Aún con el agua caliente cayendo sobre su cabeza y hombros me dio ganas de besarla. Metí la lengua en su boca dulzona mientras mis dedos seguían explorando su concha y su clítoris. Salió de la ducha y se acostó en el suelo.
    
    -Haceme acabar con lo que se te ocurra
    
    -¿Así ...
    ... que tengo una hermanita menor pervertida?
    
    -Vos me calentaste antes. Ahora haceme acabar.
    
    -¿Y quién me hace acabar a mí?
    
    -Después vemos, ahora es mi turno. Dale.
    
    Sería genial hacerla acabar con la manguera. Era doloroso pero placentero. Y por lo visto a ella le gustaba el dolor. Abrí la manguera y aún a riesgo de inundar el baño, estando ella en el suelo, le abrí las piernas, con mis dedos expuse su clítoris y lo apunté con esa flor salvaje de los mil dardos. Se retorció y gimió. Empezó a tocarse las tetas, a retorcerlas y a aprisionarlas entre sus dedos. Cuando estaba por acabar, saqué la manguera y le hice cerrar las piernas. Empecé a tocar su clítoris aprisionado y estalló enseguida. Y ahora era yo quien estaba en el suelo.
    
    Mi hermanita menor había aprendido. Me apuntaba con la flor y tal cual yo había hecho con ella antes, hizo que juntara las piernas, con una mano me tocaba el clítoris mientras que, con la otra, levantando un poco la cola, me metía un par de dedos en la vagina. Ambas cosas me hicieron reventar enseguida. Me desperté. No podía creer el sueño que había tenido. No voy a negar que me había excitado sobremanera. Dos orgasmos en un sueño en el que estaba involucrada mi hermana, la Menor, había sido inusitado pero muy placentero. Sin embargo, me extrañó. No puedo decir que nunca he fantaseado que curtía con mi hermano, el Mayor, incluso había tenido fantasías con él en estado consciente, pero el fantaseo sexual con mi hermana y en vigilia estaba ...
«1234...7»