1. Mis hermanas me pervierten


    Fecha: 03/04/2021, Categorías: Incesto Autor: Pamela BsAs, Fuente: CuentoRelatos

    Me estaba bañando y ni me había dado cuenta que había dejado la puerta abierta. De repente, a través de la rendija abierta entre la puerta y la pared vi un ojo celeste. Atiné a taparme y después pensé: juguemos un rato, ¿que podría pasar? Ya me había lavado el pelo de modo que decidí empezar a jugar con el jabón. Me lo pasé alrededor de los pezones durante un rato hasta que se pusieron duritos, luego en el estómago, siempre muy despacio... después intenté hacerlo entrar en mi concha, acompañando cada intento con un inquietante jadeo. Me puse de espaldas al ojo celeste, saqué mi culito redondo para fuera y pasé el jabón con suavidad por la raya mientras apoyaba las tetas contra la pared. El agua caía a raudales por mi cuerpo, la ducha seguía abierta e imaginar la visión que generaba ese ojo celeste me excitaba tanto que pensé en llegar hasta el orgasmo sea como sea. Si el ojo quería acompañar mi vaivén yo no tendría problema. Cerré la ducha y me senté en uno de los laterales de la bañera, con las piernas abiertas, con mi conchita limpia mirando directamente al ojo celeste. Abrí la manguera y empecé a masturbarme con agua fría. El chorro que salía de esa pequeña flor era muy potente.
    
    Lo pasé por mis pezones, en un ida y vuelta frenético mientras los tocaba con mi mano libre. Humm, me hacía doler un poco, pero me excitaba. Luego, sin dejar de tocar mis tetas, dirigí el chorro feroz a mi concha. Abrí mi vulvita a las aguas danzantes que golpeaban como miles de látigos y entre ...
    ... imágenes de ojos celestes mirándome y esos minitaladros en mi clítoris, que me hacían saltar de placer, acabé en un orgasmo saciador...
    
    Cuando el ojo vio que ya estaba recuperada de mi vuelo orgásmico se transformó en toda una figura: mi hermana, la Menor. Y me hice la sorprendida...
    
    -¿Dejo la ducha prendida?
    
    -Sí, bueno, ehhh, si, dejala nomás que me voy a bañar yo también.
    
    -¿Querés que te enjabone la espalda?−Pregunté
    
    -No, no, no, yo puedo sola, gracias.
    
    -Bueno, como quieras.
    
    Nunca había tenido este tipo de experiencia, digo, no era mi primera vez masturbándome, pero era mi primera ante un ojo celeste. Y un ojo celeste conocido. Me “vestí” con un toallón y salí para mi habitación... Allí, mientras me ponía la bombacha y el corpiño pensé en mi hermana... tal vez ella estaría jugando como había jugado yo. En puntas de pie fui hasta el baño y ahora era mi ojo verde el que espiaba. Había dejado la puerta casi cerrada y no podía ver. Agucé el oído intentando oír algún jadeo, pero tampoco percibí nada. La puerta se abrió de repente. Casi ni me dio tiempo para disimular y faltó poco para que me le cayera encima. A ella no pareció interesarle mucho.
    
    -Me arrepentí. ¿Me enjabonás la espalda?
    
    -Claro. Estaba aún vestida con tanguita y corpiño. Se sacó el corpiño delante de mí como diciéndome que ella también podía dar shows. Sus tetitas tiernas saltaron, volviendo a su lugar enseguida. Las miré como seguramente ella había mirado las mías. Y luego, cuando tocó ...
«1234...7»