1. Mis hermanas me pervierten


    Fecha: 03/04/2021, Categorías: Incesto Autor: Pamela BsAs, Fuente: CuentoRelatos

    ... con su mano. Sentir su mano en mi estómago hizo que me estremeciera. Sin dejar de acariciarme jugó con su lengua en mi ombligo. Así, lentamente, uno a uno de los botones. Sentí apenas sus dedos para luego sentir su lengua en el espacio de piel libre que dejaba mi corpiño. Me lamió los pliegues y el hueco entre las tetas. Sentí mojarme y deseaba que su lengua llegara a mis pezones rápidamente. Pero era su placer y estaba haciéndome involucrar completamente en él.
    
    Guardó su ansiada lengua y me sacó la camisa por completo. Desabrochó mis pantalones y me los fue sacando despacio mientras me acariciaba las piernas. Me senté e intenté acariciarla, pero no me dejó. Se desvistió completamente delante de mi mientras yo seguía sentada no creyéndome del todo lo que me estaba pasando. Hizo que me acostara y pasó su mano por mi estómago. Ahora metía su mano en mi bombacha y enredaba sus dedos entre mis vellos, pero sin llegar a mi vulva en ningún momento. Con su otra mano fue bajando mi bombacha mientras no dejaba de acariciar mi pubis. La sacó por completo y la tiró a un lado. Se acercó, me giró hasta hacerme quedar de costado y me desabrochó el corpiño con delicadeza. Sentí una de sus manos rozando mi pecho desde atrás y por abajo. Levanté los brazos para sacar el corpiño y con ellos me ató a uno de los barrotes de cama. Volvió a ponerme de espalda. Se puso en cuatro patas sobre mi mientras me miraba a los ojos verdes.
    
    Me besó en la boca con un poco más de violencia al tiempo que ...
    ... me mordía los labios. Me lamió y mordió el cuello pasando su lengua por él hasta llegar a mis tetas. Su lengua parecía miles de lenguas y me lamió un pezón mientras que con la otra mano me apretaba la punta del otro con cierta rudeza. Hizo que me estremeciera. Ahora mordía, chupaba, apretaba, estrujaba haciéndome vibrar de placer. Cada vez estaba poniéndose más violenta y mis jadeos se hacía también más profundos. Sus dientes se clavaban en mis tetas y sus dedos retorcían mis pezones, todo a la vez. Cuanto más jadeaba, ella más apretaba y mordía al punto de me llevó a un orgasmo intenso con solo jugar con mis tetas. En el medio del máximo placer puso una de sus tetas en mi boca. Besé y lamí despacio, luego empecé a morderlas. Mientras yo chupaba y mordía con tanta violencia como había hecho ella, la Menor se estrujaba la otra teta y se tocaba la vulva. Así estuvimos un rato hasta que volvió a ponerse en cuatro patas, pero ahora mi boca estaba en su concha y su boca en la mía. Empezó a lamerme muy despacio. Yo empecé a chupar su clítoris pasando mi lengua y mis dientes por él. Mordí apenas su clítoris y la oí gemir. Volví a morder, esta vez más fuerte.
    
    Aprisionaba su vulva en mi cara como pidiendo más. Ella había aflojado sus lamidas en mi concha, era ahora su turno orgásmico. Ahora yo mordía y lamía, mordía y lamía; con cada mordida la oía bufar y gemir de placer. Decidí aprisionar su clítoris entre mis dientes, apretando y aflojando, mordiendo y largando el bultito. Cada ...
«1...345...»