1. Buscando la mujer 10: las usadas


    Fecha: 31/03/2021, Categorías: Confesiones Autor: Horny, Fuente: CuentoRelatos

    ... tuve que apagar las luces, dejando solo una pequeña lámpara encendida, esto con el fin de respetar su pudor y que se relajara cada vez más. Como era de esperarse tuve que desnudarme yo mismo aunque dejé para el final la ropa interior de ambos. Haciendo acopio de toda mi fuerza de voluntad para no lanzarme sobre ella como un animal en celo, preparé la cama y entre besos y caricias suaves y superficiales nos metimos bajo las sábanas, parecíamos un par de esposos…. Allí la abracé y la contemplé… realmente era tan hermosa vestida como semidesnuda. No la miré a los ojos para no turbarla, ella parecía querer evitar mi mirada, yo comencé a acariciarla, concentrándome en sus pezones, frotándolos por encima del sostén. Ellos respondieron a mis caricias erectándose, luego bajé directamente hasta el interior de sus muslos y de allí pasé a acariciar su rajita por encima de los panties. Mis caricias redundaron en cambios positivos en ella, en cosas que ya no podía controlar, se rindió a mí, su ropa interior se empapó, su respiración se tornó entrecortada, sus pezones parecían querer reventar el sostén, su boca comenzó a buscar también la mía. Aunque yo todo el tiempo tomé la iniciativa, ella jamás dijo no, se dejó llevar.
    
    »La despojé de su ropa interior y procedí a besar todo su cuerpo, por delante y por detrás. Ella se notaba excitadísima pero en ningún momento me pidió nada, ni una palabra medianamente sucia como "¡fóllame ya!" fue musitada por ella, aunque era de esperarse, era ...
    ... su primera vez. La acosté boca arriba y me subí encima sin penetrarla aún, la rodee con mi cuerpo, la besé en los labios unos minutos y luego apunté mi verga a la entrada de su estrecha vagina. Ni siquiera en este momento se atrevió a decirme para. Separé sus piernas y mi verga comenzó a entrar. Se sentía delicioso, todo el que haya estado con una virgen lo sabe, era tan estrecho, tan apretado… me sentía en la gloria. Ella en ningún momento acusó dolor, se limitó a cerrar los ojos, mitad placer mitad estupor… su cuerpo me decía miles de cosas al responder al mío pero ella no me decía nada, yo no sabía que quería ella ni que estaba sintiendo.
    
    »Mi verga llegó al fondo, rompió su himen y siguió un poco más aún. Ella soltó un pequeño gemido entrecortado ¡pero no dijo nada!. Yo empecé a bombearla lentamente. Confieso que en algún momento pensé que lo hacía con la muñeca inflable que tengo en mi casa para los momentos de desesperación o variedad. Minutos después me derramé en su interior, creo que ella no llegó al orgasmo, no estoy seguro…. A lo mejor es frígida… yo de eso no se nada. Cuando terminé me bajé de ella, la bese en los labios y comencé a vestirme indicándole que hiciera lo mismo. Volvimos a su casa y le dije a sus padres que habíamos regresado nada más cenar pues a ella le dolía un poco la cabeza. Ella no se atrevió a contradecirme, supongo que de algún modo estaba feliz de haber cumplido su función de procurarme placer.
    
    En este momento de la charla Santiago se ...
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