1. Cogí con mi novia, su madre y sus hermanas (Capítulo 2)


    Fecha: 20/03/2021, Categorías: Incesto Autor: felodel2005, Fuente: CuentoRelatos

    ... fingiendo que te metiste abusivamente a tocarme… eso si terminaría definitivamente tu relación con majo ¿o no?”
    
    Estuve en silencio por un instante, mirándola fijamente a los ojos; ella permanecía igual, su mirada era desafiante, parecía decidida a conseguir lo que quería. Notó que me tenía arrinconado entre la espada y la pared y ante mi impotencia y mi silencio, tomó mis manos y se recargó contra la pared. Estando allí de pie, recostada contra el muro, abrió sus piernas y aún sostenía mis manos entre las suyas. “Por última vez te lo digo, o me coges o tu relación se acaba ahora mismo…”
    
    Permanecí en silencio por unos segundos, mantenía mi mirada fija en su rostro, buscaba intimidarla, hacerle saber que la odiaba por lo que me estaba haciendo. Cuando la vi abriendo su boca dispuesta a gritar arrojé mi cara contra la suya y empecé a besarla. Le saqué la bata y le dije que accedería a su pedido pero que todo debería ser muy rápido y en silencio; no podíamos dar oportunidad a que Majo se enterara y aprovecharíamos mientras ella se bañaba.
    
    Esperanza rápidamente dijo que no, que en lo del sigilo estaba de acuerdo pero que no quería algo corto. “Quiero que hagas conmigo exactamente lo que hiciste con Majo”. Siendo así, estando en sus manos no tuve otra opción que pasar saliva y resignarme a cumplir con las órdenes de Esperanza. Inmediatamente me agaché y empecé a lamerle su concha, lentamente movía de arriba abajo mi lengua sobre su joven vagina. Ella me agarraba ...
    ... del pelo con una de sus manos mientras lo hacía, pedía constantemente que no me detuviera, con la otra mano se acariciaba los senos. Mientras estaba allí, paseando mi lengua sobre su concha, traté de agudizar mis oídos. La escuchaba pasar saliva, suspirar, notaba como se aceleraba su respiración. También escuchaba el agua caer, sabía que Majo aún estaba bañándose. Pensaba en que esto no habría ocurrido si Majo me hubiera permitido quedarme a dormir. Busqué justificar todo pensando que esto también era culpa de Majo, luego recapacité; tuve claro que ni Majo ni yo éramos culpables por esto. Todo era culpa de Esperanza, esa pequeña ninfómana que lucía tan inocente ante toda su familia.
    
    Esperanza parecía complacida, contemplé proponerle en que lo dejáramos ahí. En que yo le comiera la concha mientras Majo se bañaba y luego me dejara marchar a mi casa. Pero Esperanza pensaba diferente, mientras yo imaginaba como zafar e esa situación ella me agarraba del pelo y me halaba hacia arriba, hasta hacerme quedar de pie. Estando cara a cara me dice “fue suficiente, ahora vamos por lo bueno”. Agarró mi pene entre sus manos y lo introdujo lentamente en su concha que para ese momento ya estaba lo suficientemente lubricada.Aún se escuchaba el agua caer, mientras tanto yo empezaba a deslizar mi pene dentro de la concha de Esperanza. Lo primero que hice fue taparle la boca con mi mano izquierda, con la otra mano buscaba acariciar su cuerpo, en especial sus senos, esos enormes senos que ...
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