1. Cogí con mi novia, su madre y sus hermanas (Capítulo 2)


    Fecha: 20/03/2021, Categorías: Incesto Autor: felodel2005, Fuente: CuentoRelatos

    ... nosotros. Esperanza también sintió miedo, se cerró bruscamente la bata y me arrojó al suelo, rápidamente y hablando bajito me pedía que me metiera bajo la cama. Si Majo nos había escuchado no habría dudado en buscar hasta en el último rincón, pero no había en donde más esconderse. Saltar por la ventana no era una opción, estábamos en un noveno piso. Lo pensé por un momento, para mi, en ese entonces, era casi tan fatal que terminara mi relación con majo como el mismo hecho de saltar desde un noveno piso, sin embargo, valoraba un poquito más mi vida. Así que permanecí estático y en completo silencio bajo la cama, esperando que Majo no viniera hacia acá, rogando porque fuera hacia la cocina o quizás a asegurarse de que la puerta del departamento estuviera con llave.
    
    Pasaron un par de minutos y Majo no había venido hacia nosotros, seguramente fue a poner el cerrojo de la puerta, ya que se suponía que yo me había marchado hace unos minutos, por esto la puerta del departamento estaba sin cerrojo. Esperanza, con un ligero murmullo, me decía que volviera a la cama, que Majo no venía hacia acá. Yo le respondía, también hablando muy bajo, que debíamos ser prudentes, que hasta que no escucháramos la puerta del cuarto de Majo cerrándose era mejor permanecer como estábamos.
    
    Y de verdad que tuve la razón al pedirle prudencia a Esperanza, porque fue en cuestión de segundos que vimos como la puerta se abría lentamente y con ello entraba un destello de luz proveniente del pasillo. Yo ...
    ... no podía ver mucho al estar debajo de la cama, tan solo pude apreciar los pies de Majo; estuvo parada bajo el marco de la puerta por unos segundos. Esperanza nuevamente fingió estar dormida, profunda y plácidamente dormida. Majo se dio vuelta y cerró la puerta. Segundos después escuchamos cuando cerraba la puerta de su cuarto. Era hora de salir, de continuar cogiendo a Esperanza. Volvía subirme en la cama y ahí estaba ella, tumbada, con la bata abierta, las piernas separadas, se había soltado el pelo; era una invitación explícita para que la cogirea, lo notaba en su actitud. Obviamente yo sabía que debía esperar un rato, por más caliente que estuviera, por más deseos que tuviera de penetrarla, debía esperar porque Majo aún podía estar despierta. Empecé a lamer muy despacito la concha de Esperanza, ella me decía que el miedo que había sentido hace un momento le había generado, además de terror, mucha excitación. Estaba ansiosa porque la cogiera, su posición sugestiva lo decía todo. Yo continué por unos minutos complaciéndola con mi lengua, pero al ver que su excitación crecía, y con ella aparecían ligeros gemidos, decidí pedirle que cambiáramos de rol. Le pedí que me complaciera con su boca. Le dije “me pediste que hiciera contigo lo que hice con Majo. Pues bueno, ella me la chupó, así que lo vamos a hacer exactamente igual”. Majo no lo había hecho, me lo había quedado debiendo, y de por si, esa era una gran falla ya que una de las cosas que yo más disfrutaba era una buena ...
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