1. Vacaciones irrepetibles con doña Brenda


    Fecha: 26/02/2021, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Jacin, Fuente: CuentoRelatos

    ... bellos.
    
    -Ay qué lindo eres Jacinto! -me dijo ella sonriendo.
    
    Lo que no había prevenido, es que estar ante una mujer tan atractiva era demasiado excitante, comencé a tener una erección y en esta ocasión yo había llevado una pantaloneta pegada (lo que sucede es que había ganado peso y talla en la ciudad y esa era la ropa que tenía antes en casa de mis padres) y mi verga se abultaba, yo intentaba en vano cubrir mi erección, pero ella que no era un santa se dio cuenta.
    
    -Uy! como te pusiste Jacinto? -me dijo.
    
    -Lo siento señora, no fue a propósito! le dije y me puse de pie, obviamente la erección fue más visible de pie que sentado, pues mi falo empujó la tela hacia adelante.
    
    -Ven! -me dijo ella con un ademan de su mano.
    
    Me acerqué y ella puso suavemente su mano sobre mi verga erecta, claro que encima de mi pantaloneta, lo hizo lentamente, pero fue tocando todo el bulto.
    
    -Uy muchacho!, como estas? y yo te puse así? -me preguntó viéndome a los ojos. Yo reí nervioso de nuevo.
    
    -Puedo verlo? -me preguntó
    
    Yo no contesté, pero me hice un poco hacia atrás.
    
    -No tengas miedo, no te voy a hacer nada malo! -me dijo
    
    Ella quito el botón superior y luego bajo el cierre, metió su mano dentro de mi pantaloneta y al ver que estaba muy apretada todavía, mejor me la bajó y como no llevaba calzoncillos, mi falo salió casi solo, estaba duro y bien parado, como en mis mejores erecciones. Doña Brenda hizo una mueca con el rostro, luego lo acarició con sus delgados ...
    ... dedos, lo hizo de arriba abajo y viceversa, se quedó acariciando mi glande.
    
    -Mi muchacho donde tenías esto escondido? -me dijo. Sus manos acariciaban mi masculinidad, yo lo sentía delicioso, mi verga latía con cada caricia, el cabezón de mi verga estaba coloradísimo y parecía que iba a explotar.
    
    -Me dejas probarlo? -me preguntó doña Brenda. Solo atiné a mover la cabeza de nuevo, ella pasó su lengua sobre mi glande, luego lo hizo por todo mi tronco, de abajo hacia arriba, era lo más rico que había sentido hasta ese momento en mi vida. Luego se detuvo en mi cabezón y lo metió en la boca chupándolo suavemente, mientras lo hacía me miraba con sus ojos, al parecer ella gozaba viéndome los gestos que yo hacía cuando me lo chupaba. Lo chupaba como una diosa, lo mamo lento, luego rápido, succionaba y hacia gemir de gusto. Luego se pasó mi verga por sus senos, por sus pezones, luego volvió a chuparlo, yo intentaba aguantar, para no hacerle una trastada allí mismo, pero cuando su lengua y sus boca llegaron a mis cojones, ya no pude más emití un gemido como lo haría un asmático y llegue al orgasmo.
    
    Gemí y gemí, pero me di cuenta que no eyaculaba nada, como era posible!!, un segundo más tarde me di cuenta que doña Brenda me apretaba con dos o tres dedos arriba de mis testículos, tuve y sentí mi orgasmo, pero no eyacule casi nada, apenas una o dos gotas en la punta de mi verga, eso había sido todo. Ella vio mi rostro de extrañeza y me explico que el conducto seminal pasa por allí y ...
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