1. Bisexual me llaman


    Fecha: 25/02/2021, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... todavía respirando con dificultad me dice que me la va a mamar, que no me lo haga yo con la mano.
    
    Apenas tarda un minuto en recuperarse y empezar a comerme la polla, se ayuda de la mano para cascarme un pajote cojonudo, sin dejar en ningún momento de atender con su boca al glande. Le quito la mano cuando intenta meterme los dedos en el culo y se afana en lograr mi corrida, lo que consigue en un corto rato. No se aparta a pesar que le aviso y recibe mi eyaculación en la boca, sin grandes chorros de semen, sino más bien fluyendo la leche de hombre con suavidad durante bastantes segundos. No lo traga, lo escupe sobre la sábana. Ha sido una buena corrida, placentera.
    
    En el cuarto de baño no me agrada especialmente la sensación de tener el semen de Miguel en mi culo, e intento que salga rápidamente lo que pueda quedar dentro sentado en la taza del váter, antes de meterme en la ducha. Se me ha cortado un poco elrollo, no sé la razón. Me despido de Miguel sin asegurarle que vayamos a quedar más veces los dos solos, tal y como me pide, aunque le reitero que me he corrido bien, que me ha gustado. Ya veremos.
    
    Menuda bronca me he llevado de Elena cuando se ha enterado por Encarna que follé con Miguel, los dos solos. No sé muy bien por qué, nada dice, pero le ha sentado tan mal que se va tras llamarme cerdo maricón unas cuantas veces y no atiende a ningún tipo de explicación por mi parte. Telefoneo a Encarna para ver si ella puede decirme algo que yo no sepa, y quedamos para ...
    ... tomar una copa cuando salga del trabajo.
    
    El último que se entera es al que se le queda más cara de tonto. Me cuenta Encarna que Elena lleva una larga temporada viéndose con un tío dueño de un exitoso restaurante del centro comercial en el que ella trabaja. Muchas de las veces que se ha justificado por no poder quedar conmigo diciendo que tenía mucho trabajo no era más que había quedado con ese hombre. Vaya, no lo esperaba, al menos debería decírmelo, supongo.
    
    No sé si me he entristecido o me he cabreado o el asunto me ha afectado menos o más de lo que a priori podía haber pensado. Estoy confuso. Tomo un trago de mi copa, agradezco las frases amables que me dice Encarna y sin disimulos ni tapujos le pido que nos vayamos a follar.
    
    Por momentos he llegado a pensar que estaba utilizando a Encarna como si fuera Elena, paravengarme por haberme ocultado lo del otro tío, porengañarme a pesar de la libertad que de manera tácita nos hemos dado mutuamente en asuntos de materia sexual. Lo pienso porque nada más llegar a su piso la he desnudado rápidamente, sin hablar, sólo dándome prisa, después le he hecho un gesto para que me desvista con urgencia, estando completamente callado todo el rato, como sipasara de ella, como si sólo me interesara tratarle como objeto de mi deseo y de mis ganas de sexo.
    
    ¡Qué mujer!, la hostia, cuánto me gusta. Después de regodearme unos pocos segundos en contemplar su cuerpazo ni la he besado en la boca, sólo me he entretenido mamando sus pezones, ...