1. Perversiones


    Fecha: 23/02/2021, Categorías: Erotismo y Amor Autor: TetasCelebres, Fuente: CuentoRelatos

    ... debido.
    
    – Descuida, que vas a gozar.
    
    La eché sobre la cama y la quité el tanga. Al fin tenía ese coño en mi poder, con el monte de Venus ligeramente poblado, bien recortado, y esos labios que me volvían loco. La abrí bien de piernas y pude observar que estaba muy lubricada. Introduje mi cabeza entre sus piernas y me apresuré a beber sus líquidos. Pasó varias veces mi lengua por toda su raja, de arriba abajo y al revés, notando su excitación y escuchando sus gemidos. Separé sus labios vaginales con las manos y rocé con la punta de la lengua su clítoris, consiguiendo arrancar de su garganta un grito de lujuria.
    
    – Vamos Jorge, que bien lo haces, cómo me gusta cabronazo. Ahhhhh que gusto.
    
    Seguí chupando su clítoris y jugando con mi lengua, mientras una de mis manos jugaba alternativamente con cada uno de sus pechos e introducía dos dedos de la otra en su coño. Paula se retorcía y no paraba de gemir, cogiendo mi cabeza con sus manos, apretándome contra ella. La follé con los dedos velozmente, mientras mi lengua seguía torturándola y, entre gritos, Paula se corrió, apretando sus piernas contra mi cabeza. Seguí así un rato, hasta que sus músculos se relajaron y conseguí fajarme, viendo así el líquido que salía de su coño, que rápidamente me apresuré a beber. Paula se levantó, besándome y saboreando sus jugos, mientras acariciaba mi polla que ya volvía a estar erecta.
    
    – Vaya, veo que todavía tienes gana de guerra.
    
    – ¿Acaso querías librarte tan rápido?
    
    – Para ...
    ... nada.
    
    Me tiró en la cama y se subió encima de mí. Se fue metiendo mi polla poco a poco, gozando cada centímetro, hasta que la tuvo entera dentro. Entonces comenzó a moverse, metiendo y sacando casi al completo la verga al tiempo que movía sus caderas en círculos. Agarré sus pechos. Pellizcándole suavemente los pezones, mientras ella no paraba de votar, inmersos ambos en un lujurioso baile desenfrenado, olvidándonos del mundo. Éramos sólo dos cuerpos unidos, corriendo en la misma dirección: el paraíso sexual. Nos abrazamos y nos besamos, al tiempo que agarré su culo, ayudándola en sus movimientos. Perdí la noción del tiempo hasta que Paula, fatigada por el baile, se levantó de mí.
    
    – Te toca. Hazme gozar cabronazo. Fóllame ya.
    
    La cogí y la pues a cuatro patas sobre la cama, insertándola toda mi polla de un golpe, lo que hizo que estallase en un grito. La estuve follando un buen rato así, mientras ella tocaba su clítoris, abandonándolo ocasionalmente para acariciarme los huevos. Sentí una gran presión sobre mi pene y comprendí que no tardaría en correrse, por lo que aceleré mis movimientos tratando de venirme con ella. Entre gritos y gemidos nos corrimos, cayendo ambos exhaustos en la cama. Paula se dio la vuelta y me volvió a besar, abrazándome.
    
    – Jorge, ha sido maravilloso. Me encanta y me gustas mucho. Pero has de saber que soy muy liberal y me encanta experimentar con el sexo.
    
    – Bueno todos tenemos nuestros vicios.
    
    – No me entiendes… no es fácil estar con ...
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