1. HICE QUE MI MADRE CUMPLIERA MI FANTASIA 3RA PARTE


    Fecha: 14/01/2021, Categorías: Incesto Autor: voyeur34, Fuente: SexoSinTabues

    ... tema es porque no obtendría más de ella. Acuérdense que era abogada. Y sabía que decir, como decirlo y cuando decirlo. Vimos la tele esa tarde, no se quitó su vestidito ligero, tenía algo de vuelo. Tras un rato se quedó dormida y se acurrucó hacia el lado contrario, apuntando su rico culo hacia mí. Sabía lo que eso significaba, sabía que me lo ofrecía para calmarme un poco. Primero me hice wey, como si siguiera viendo la tele. Después comencé a ver sus nalgotas, y no aguanté. Levanté su vestidito y ahí estaban, unos ricos calzoncitos blancos apretando su culo respingón. Perra calientavergas, como te encanta, pensé. Mi pantalón me estorbaba, mi verga iba a estallar y necesitaba liberarla. La saque y comencé a jalármela viendo ese culito parado para mí. Le subí el vestido más y lo deje así. Que rico sentía, pero no era igual. Dios mío, ese culo es hermoso, me decía. Necesito sentirlo. Me acomodé para estar a su lado, como de cucharita, arrime mi verga y mi cabecita rozó de pronto el satín de su ropa interior, y sintió la forma de su culo, su hendidura se sentía como el cielo en la tierra. Sus nalgas suaves estaban a mi merced. Comencé a frotar mi verga en su culo, al tiempo que me la jalaba con ganas y con calma. Ella hizo como que se acomodó en sus sueños y me restregó todo el culo. Yo dude que estuviera dormida, pero me valió madre, honestamente. Estaba disfrutando de sus nalgas, y no iba a quejarme de aquel manjar. Seguí así por un rato y cuando sentí que el orgasmo estaba ...
    ... cerca, ella se despertó. Hizo como que se le había hecho tarde para una llamada o algo así, y me quede con todas las ganas, porque me dio algo de pena, y se me fue la inspiración. Maldita. me dejaste con las ganas. Seguro lo había hecho a propósito. Más tarde encontré esos calzones en mi cama y tenían una etiqueta: “Para que acabes lo que iniciaste” Estaba jugando conmigo. Lo sabía. Me tenía literalmente de los huevos. Pero no decliné su oferta. Diez minutos después estallé y dejé medio litro de leche sobre sus calzones. Fui y le devolví el regalo, sin nota, ya llevaba la firma. Los deje sobre su cama. No sabía nunca lo que hacía con su ropa interior sucia de mi semen. Pero me excitaba pensar que lo tocaba o se los ponía así. No lo sé. Todo quedaba en el terreno de las fantasías. Y había una que aún no había cumplido y me quemaba las entrañas. Ya no volvimos hablar abiertamente de que la deseaba. Ella ya lo sabía, seguirle diciendo sólo causaría que se sintiera acosada. Decidí seguir su juego y desearla en silencio. Un mes después de aquella tarde de tele, fuimos a un balneario y ella jugaba conmigo en las albercas, y me restregaba su linda cola en la verga. Y sus pechos en mi cara, se dejaba tocar sin ninguna queja, e incluso a veces fue de forma cínica, la agarraba de las dos nalgas para abrazarla como jugando. La jalaba y le daba unos llegues y ella hacia como que no sentía. Luego, en casa siguió el silencio y los encuentros voyeristas en los que me dejaba verla en ropa ...
«1...345...12»