1. Carlota e Isabel


    Fecha: 13/01/2021, Categorías: Incesto Autor: MissFlorMayo, Fuente: CuentoRelatos

    ... patas y desde atrás, parecía un círculo de placer. Cuando estaban a punto de correrse, saqué la fusta y les azoté una por una dándoles permiso para que se corrieran. Fue brutal, todas se corrieron soltando unos chorros descomunales. Y así seguía Carlota viendo el video con lágrimas en sus ojos. Lo cierto es que desde que comencé con ella en la casa, no había parado de llorar, cosa que como ya he dicho antes, me pone muy muy cachonda.
    
    La dejé toda la noche viendo el video y al día siguiente la desperté y la saqué al patio para con un chorro de agua fría, limpiarla y volver a comenzar. Tomás se había ido, dejándome sola con ella. Se había comido toda la comida y en ese momento yo le daría el desayuno. Una vez seca, con la correa la atraje hacia mí y le restregué la cara contra mi coño. Me masturbé con su nariz y su boca y me corrí muchas veces de esa manera. Me dijo que tenía deseos de hacer de vientre, -Acuclíllate y caga como una bestia, le dije. Sus lágrimas volvieron a aflorar y tal como le dije, lo hizo. Luego le pegué el chorro con la manguera de nuevo y le di un enema para que se la pusiera y terminara de limpiarse. Dos enemas más tarde, con el agujero anal como los chorros del oro, la llevé a su mazmorra y la hice que se acostara sobre un potro. Me senté detrás de ella y le comí el culo y le metí varios dedos en el culo mientras un vibrador hacía lo suyo en el coño. Era imposible que no estuviese cachonda Carlota, pero lo cierto era que, aunque estaba empapada, no ...
    ... había ni señas de que estuviese a punto de correrse. Eso me tenía muy descolocada, pero con tal de correrme yo, no me importaba. Seguí follándola de diferentes maneras todo el día y cuando se fue acercando la tarde, sentí un coche que se acercaba.
    
    Me extrañó, puesto que no le había dicho a Tomás que volviera, pero esperé para ver quien se bajaba del coche. Era Tomás, que venía con otro hombre. No me lo podía creer, ¡cómo se atrevía a desobedecer mis órdenes y traer un extraño a mi refugio! Tocaron a la puerta y al abrirles, el hombre que venía con Tomás, me resultaba conocido, pero no sé de qué.
    
    -Hola Isabel, sé que no quieres extraños aquí, pero esto es importante.
    
    -Ah sí, como cuánto de importante, porque yo te he dicho muy claramente que aquí no quiero extraños.
    
    -Pero resulta, puta lesbiana viciosa. Que yo aquí soy el Amo. Tomás es mi sumiso y tu hija Carlota también. ¿No te ha resultado increíble, que con todo lo que le has hecho a Carlota no se ha corrido? Pues no se ha corrido porque yo se lo he ordenado y además la he entrenado para que llore como te gusta, y para que no se corra. ¿No me recuerdas? Soy aquel guapo imbécil que se acostó contigo una noche de borrachera y lujuria y que del encuentro nació Carlota. Además, soy el pastor de la iglesia a la que asiste Carlota y mi mujer y mis otras hijas también son mis esclavas sumisas. Mi iglesia, es un templo satánico disfrazado de iglesia cristiana y El Rey de Reyes me ha enviado a darte lo que te mereces ...
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