1. La pérdida de la inocencia


    Fecha: 11/01/2021, Categorías: Gays Autor: Pavic, Fuente: SexoSinTabues

    ... involuntariamente algo de precum comprimido, y volviendo a ensayar cuando los chicos retornaban a la sala. Su intención clara era sólo el recibir un cariño, ya que provenía de padres separados, de buena situación, fortuna que les permitía costearle todas las actividades que quisiesen, y ya en el último año, sólo la actividad coral que yo dirigía, por propia elección de Gonzalito. La mía, muy por el contrario, disfrutar de la suavidad de su contacto y hacer contacto con él las veces que pudiera. Desde hace unas semanas atrás, y por remodelación de la academia, los ensayos comenzaron a concentrarse en la casa de la directora, quien por vacaciones programadas, se encontraría fuera de la ciudad los próximos dos meses, sin perjuicio de permitir el normal funcionamiento del taller, dados los conciertos de verano que se avecinaban. Como el espacio era más que amplio, los chicos concurrían asistidos por sus padres, salvo algunos pocos que eran retirados con posterioridad, y Gonzalo, el cual era retirado al final de la jornada sólo por su padre, quien por razones de trabajo, muchas veces llegaba con atrasos de más de una hora, lo que generaba las molestias de su madre, impedida de concurrir a retirarlo por las mil y una actividades en razón de sus servicios como funcionaria pública. Debo señalar que con el tiempo, su madre y yo entablamos una fraterna amistad, compartiendo en asados, fiestas y otros, y en más de una ocasión, y ante la ausencia del padre, solía llevar a su hijo hasta ...
    ... su casa, a fin de evitarle disgustos y que Gonzalito se durmiera tarde. Le tomé con el tiempo cierto grado de cariño, más allá de la calentura que me provocaba verlo correr con sus descomunales nalgas, y la extraña excitación que causaba en mí cuando lo veía hacer muecas con su lengua, moviéndola lentamente, girándola de un lado al otro, y curvándola en forma de cuchara, ante las carcajadas del resto de los niños. Dada la ausencia de la directora, comencé a quedarme a modo de custodio en el magnífico inmueble, por las noches me daba baños de piscina desnudo, para terminar la noche reposando en aquella envidiable cama King de casi dos plazas y media, iniciando al día siguiente mi jornada laboral en total descanso y retomando por las tardes el taller coral, a la espera que Gonzalito apareciese. Sí, quería y deseaba muy en lo profundo tenerlo a solas, y como si los dioses del olimpo me hubiesen escuchado, en el transcurso de las últimas semanas y por solicitud de su madre y amiga, comencé a pasarlo a buscar y llevarlo a su casa terminado el ensayo, siendo siempre los últimos en retirarnos. A ratos lo abrazaba, besaba sus mejillas, le hacía ademanes en el pelo, y últimamente solía darle agarrones a modo de juego, ante su risa inocente y sin manifestar rechazo alguno. ¡Madre mía! pensaba, cuantas ganas tenía que algo pasara, en mi mente hurgaba sendos planes, pero en fin, nada de ello fue necesario. Nos habían invitado cordialmente a un encuentro coral en otra región, por lo que ...
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