1. La iniciación de mi sobrino


    Fecha: 31/12/2020, Categorías: Hetero Autor: Ulpidio_Vega, Fuente: CuentoRelatos

    ... penetrar todas las noches y tenía la vagina súper inflamada por el roce de la silicona. La inexperiencia y la desesperación hicieron que no lo acompañara con la lubricación adecuada y eso fue fulminante. Y no se a ustedes, pero a mí definitivamente me bajaba la calentura cuando intentaba emular el sexo oral. Yo quería chupar una buena pija, no ese pedazo de plástico. Quería que oliera a pija, que tuviera la temperatura de una pija y que viniera llena de leche para degustar. Necesitaba sentir el esperma en mi boca, en mis tetas, en todo mi cuerpo.
    
    La necesidad de una pija real se fue convirtiendo en una obsesión y mucho más cuando noté que a mi marido le importaba tres carajos que yo me sintiera sola o que tuviera necesidades. Cuando le planteé mi situación y le dije que estaba necesitando sexo, directamente me ninguneó. “Dejate de joder Moni —me dijo— ya estamos grandes”, cuando le propuse que por lo menos nos masturbáramos por Skype.
    
    Esa noche mis hijos casi descubren el chiche, que era bastante grande. Desde que debuté siempre me gustaron los buenos pedazos, definitivamente el tamaño sí me importa.
    
    Yo siempre me sentí una hembra apetecible, una mujer deseada. Desde que terminé el colegio me pagué los estudios haciendo promociones publicitarias en eventos de la alta sociedad.
    
    Así conocí al que ahora es mi marido, en un evento de su banco. Hasta los 28 laburé sin parar y dejé de lado los estudios porque conocí a Carlos y las promociones me dejaban buena plata. ...
    ... Cuando murió mamá heredé varias propiedades que ellos tenían y con las rentas también pude darme una vida cómoda y sin apremios.
    
    Mis hijos tienen 14, 11 y 9 años. Hace dos años que a mi marido lo enviaron como gerente a la sucursal de Río Negro, de donde era oriundo y tenía a toda su familia. Mi marido es corpulento y casi fue un amor a primera vista. Yo estaba medio borracha en un casamiento y deliberadamente me lo traté de levantar. Estaba ebria y él no bebía. Se ofreció llevarme a casa manejando mi auto y terminé haciéndole una buena mamada en la cochera. Tiene una pija grande, acorde a su 1,90. Siempre me hice la tonta con respecto a ese primer encuentro y a veces estoy convencida de que el piensa que yo no me acuerdo de lo que hice.
    
    Nos casamos a los dos años de conocernos y enseguida quedé embarazada. Y toda la furia sexual que tuvimos en los primeros años se fue apagando con la llegada de los hijos. Mejor dicho de los embarazos.
    
    Cuando estaba preñada de mi segundo hijo estaba más excitada que nunca, quería que me cogieran para hacerme sentir linda y no una ballena transportadora de pibes. “Me da impresión”, me decía Carlos cuando le suplicaba que me cogiera. Tampoco me la quería chupar. Entonces le pedía que me hiciera el culo, que lo tenía súper dilatado pero me respondía. “Tranquila amor, es una etapa de la vida, ya vamos a tener tiempo para cogernos como a nosotros nos gusta”.
    
    Lejos de sentirme feliz por esa frase tan pelotuda le pedí, le supliqué: “Por lo ...
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