1. Astas destapadas


    Fecha: 02/12/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Tothem, Fuente: CuentoRelatos

    ... otros; al cabo de un mes ya se consideraba un cornudo de perímetro y en las distancias cortas llevaba la cornamenta destapada. Por eso se encontraban en ese local de copas de la comarca, ella vestida para la ocasión con sus pinturas de guerra – ojos pintados, labios rojo sangre, falda corta, medias negras y botines de plataforma. No pasó desapercibida, nada más entrar se encontraban dos individuos de la tribu de los Raptors y pusieron su detector de ondas en marcha.
    
    – Has visto lo que yo tío, jo pedazo de putanga… la hostia consagrada.
    
    – El pedazo tronco va con ella ya tendrá sus cuarenta buenas castañas, me cago en la puta de oros si no es un puto voyeur.
    
    – Los trapitos que lleva la putanga son de pedir caña, solo le falta el letrero que diga FOLLAME.
    
    – Vamos a coger posición, que me aspen si hoy no follamos...
    
    Alba empezó a bailar algo desenfrenada, pronto tuvo moscones, los cuales fueron neutralizados por los dos jóvenes anteriores mencionados, por el sistema de rodeo uno delante otro detrás, se la veía complacida, sacudía con vigor sus caderas y su melena; por su parte ellos con sus pañuelos de pirata y los pantalones caídos le daban un contraste salvaje. Fabiolo apoltronado en la barra miraba con deleite, a su lado se encontraba el clásico cincuentón que la follaba con la vista; un señor calvo de ojos achispados, algo barrigudo, de aspecto muy ordinario y vulgar.
    
    – Juventud – dijo Fabiolo dirigiéndose a dicho señor
    
    – Si, ni que lo diga… ¿viene con ...
    ... usted, no?
    
    – Me gusta que se divierta. Por cierto, viene a ligar o algo… perdone que sea indiscreto…
    
    – No, yo… vengo… miro la peña… ya me entiende.
    
    – Ya, tranquilo, ¿pillas?
    
    – Uno ya tiene una edad, a veces viene alguna puta… necesito…
    
    Los dos chulaperas junto con Alba salieron a escape hacía los baños, el señor con que Fabiolo había entablado conversación se dio cuenta de la maniobra, ya se sentía algo nervioso, no cabía en su taburete, intuía la jugada.
    
    – Perdón voy al baño – dijo de manera nerviosa.
    
    – Vaya, vaya – contesto Fabiolo.
    
    En los baños tenía lugar una pequeña disputa entre los dos jóvenes, ella en el baño orinando y afuera los dos junto con el maduro que terminaba de entrar. Cada uno defendía su posición.
    
    – Oye, no te pongas así, me toca ser el primero.
    
    – Por qué tú lo digas, siempre haces igual…
    
    – Echémoslo a suertes carajo; ¿no cree usted? – dijo uno de ellos dirigiéndose al maduro que meaba.
    
    – No sé… yo… solo…
    
    – Jejejeje… si se te conoce tío, eres un viejo verde, putero y vicioso, vienes a mirar; siempre estás igual.
    
    – Estoy en mi derecho…
    
    Lo echaron a suertes de pares o nones. Decidido quién la sableaba primero uno se quedó de guardia mientras el otro se desabrochaba los pantalones y entraba en el habitáculo de la taza del wáter. No tardaron muchos minutos en oírse vaivenes de mete sacas, palmadas sonoras.
    
    – ¡Dale caña! Date prisa, no tenemos toda la noche – dijo al mismo tiempo que abría la puerta y se pudo ver ...