1. El favor


    Fecha: 24/11/2020, Categorías: Infidelidad Autor: FMalvino, Fuente: CuentoRelatos

    ... morocha ardiente, palpaban entusiasmadas el bulto de ese hombre que no dejaba de amasarle sus pechos con deseo, hasta que, la boca del hombre se abrió para llenarse de los pezones de esa hembra en celo. Esa lengua endiablada la estaba haciendo gemir y perder el poco control que aún tenía sobre sí. Tarde, se dio cuenta que no podría cumplir la promesa a su esposo, de que aquello, sería algo así como ir al ginecólogo o hacer gimnasia, nada más. A Viviana le gustaba como la tocaba y la besaba Gonzalo, era todo un maestro.
    
    Suave como un terciopelo era la piel que él lamía complaciente; los pezones de rosa, eran su objetivo primordial, entre tanto, sus manos exploraban el pliegue húmedo y tibio de la barraquera que no paraba de gimotear.
    
    Ella lo masturbaba suave, con cuidado, no quería que acabara accidentalmente, ese líquido precioso debía derramarse solo en sus profundidades sin perderse ni una gota.
    
    La lengua de Gonzalo bajo de aquellas montañas carnosas, recorrió el vientre y se adentró en esa gruta de secretos placeres.
    
    -“¡¡Aaaahhhh que rico Gonza… aaahhhhh… aaaahhhh… no pares, por favor!! Gritó Viviana apretando la cabeza de su amigo contra su sexo.
    
    El clítoris y la lengua eran dos niñas traviesas chapoteando alegres en ese estanque carnoso de abundantes fluidos.
    
    -“¡Ay, cojéeme toda, por favor!” Le rogó ella, a su amante en un aullido ardiente.
    
    Ese pedido fue una orden para aquel hombre de lengua experimente, que, en ágil movimiento la penetró en su ...
    ... vagina caliente.
    
    Los labios de Viviana formaron un círculo rojo como la cabeza del pene de Gonzalo, que se movía con gran vitalidad dentro de ella.
    
    Los cuerpos se arqueaban de gozo. Las manos de ella aferradas a la espalda de su compañero, era un claro gesto de querer apresar ese momento pleno deleite de los sentidos.
    
    El hombre nunca imagino que su amiga estuviera tan exquisita, ese roce apretado contra su cuerpo era muy excitante, por eso, acabó a borbotones y ella se lo agradeció con un beso de alegría.
    
    Ambos quedaron tendidos sobre el sofá de cuero negro que realzaba sus cuerpos desnudos, muñecos de carne en manos de los dioses de la lujuria.
    
    Ella elogió su vigorosidad y él, ensalzó sus caderas sensuales. Nunca imaginaron que fueran a disfrutar tanto de esa cogida, ambos reconocieron que además del “favor” era necesario descargar esas ganas que se tenían.
    
    Viviana comenzó a juguetear con el miembro viril de Gonzalo que le dibujo una sonrisa lasciva, ese pedazo de carne era suave y cálido, como su dueño.
    
    A pesar que, ella, le dijo a su hermano que no se la chuparía y ni le daría el culo a su amigo, el mandato de los instintos se impuso una vez más y se llevó ese pene grueso a su boca.
    
    ¡¡Ooohhh!! Grito inundado de placer Gonzalo al sentir la lengua de su amiga lamer su pedazo.
    
    -“Adriana tenía razón es muy rica…”- dijo ella con picardía.
    
    -“¿Veo que ustedes no tienen secretos…?- Comentó Gonzalo.
    
    -“Ninguno...slurp, slurp, slurp”- Apenas respondió la ...