Con mi amada puta Alejita - Relatos Eróticos

Con mi amada puta Alejita

... hasta que le llegué a la conchasota hirviendo y jugosa, la abrí de muslos y se la comí ensalivotándola, chupándole el clitorito y metiéndole mi lengua en esas carnes marroncitas y duras, hasta que Alejita, emitiendo gruñiditos, se me acabó en la boca dándome su salado jugo conchal, sacudiéndose en la cama y agarrándome de la cabeza.

Alejita, después de su primera acabada conmigo, quedó despatarrada en la cama, sudada y jadeando, y cuando se repuso un poco, me miró la pija, tremenda y amenazante al repalo, y me dijo: “Qué tremenda pijota, nene! Recién veo el tamaño que tiene! A cuántas putitas te clavaste con ese pedazote? Te la aguantan? Cuánto mide? La voy a tener que probar!”, y le contesté: “Para vos, 23 centímetros, porque me la ponés al repalo como ninguna otra hembrota que me haya cojido, Mamita! Sos una hembrota divina! Y sí, muy pocas putas se la aguantan entera, a ver si vos te la alojás toda biem adentro!”

· ALEJITA SE ME PRENDE DE LOS PESONES Y SE TRAGA MI PIJA POR PRIMERA VEZ

Y agregué: “No solamente vas a probar mi pija, Alejita! Te la vas a comer entera y te la voy a hacer tragar toda con tu hermosa conchota y con tu bocota de puta, como la buena puta que sos! Subite arriba mío y empezá a comérmela! Y Alejita me miró la pija espantosamente parada, con algo de cara de susto, pero complaciente, se me montó sobre mis piernas, agarró mi pija con los dientes para metérsela y empezó a lamérmela, mirándome a los ojos. “Metétela en la boca sin las manos, ...

... Alejita, apretámela y mordémela fuerte con tus dientes y mamámela y mordémela sin miedo hasta que la tengas toda, más adentro, toda adentro de tu bocota, Alejita, quiero que me la tragués entera! Te voy a enseñar a comer pija, diosa puta! Sos una hermosa puta, te puedo llamar así: MI PUTA HERMOSA? Agarrámela con tu bocota y tus dientes, sin las manos, apretámela fuerte y mordémela, pelámela desde la cabeza hasta los huevos apretándola sin miedo, y enterrátela bien adentro, atravesátela en la garganta, Alejita!”, le dije, y ella me contestó, con la boca llena de saliva: “Ya soy tu puta, papito! La tenés tremenda, nunca me tragué una pija entera, y menos una como la tuya! Pero voy a tratar…” y se embocó media pija de golpe, pero se le metió en la garganta, se ahogó y me vomitó encima haciendo AGGGGGGG. Con la pijota que tengo, esperaba que al atravesársela en la garganta me vomitotiara, pero no importaba eso, sino que me la tragotiara toda, y atragantándose, me tiró una vomitotiada en la pija.

Alejita me miró con los ojos llorosos por el esfuerzo de tragármela, y me dijo: “Perdoná!” por la vomitotiada que me había tirado, y le contesté: “No importa, Alejita, tragámela igual, vomitame encima, que me encanta, ya vas a aprender a tragármela toda!”, y ella, obediente, se la volvió a comer, atragantándose, me vomitotió otra vez, pero siguió intentándolo, agarrándose de mí. Tenía media pija en la garganta cuando le tiré el primer acabotazo adentro, Alejita, atorándose con mi acabotiada, ...