Con mi amada puta Alejita - Relatos Eróticos

Con mi amada puta Alejita

... esperando gustarme, pero ella ya sabía que me gustaba y que yo estaba con la pija al palo deseando cojérmela hasta reventarla. Verla toda desnuda me puso loco. Era una hermosa puta carnuda, de piel marrón, pelo cobrizo, largo y ruludito, patitas preciosas de deditos cortos, piernas bonitas, tetas chicas duritas pero pesonudas, y sobre todo, un vientrote pulpudo con el enorme ombligote hundido en esa divina pansota, un vientrote de mamita.

Mirándola toda en bolas, hermosamente puta con su pansota carnuda, le pregunté: “Tenés hijos? Sos mamita?”, y ella me respondió: “Sí, tengo dos pendejas, de 12 y 14 años”. “Con razón tenés ese vientrote hermoso de mamita, sos una tremenda Mamita Carnuda!” Y Alejita, orgullosa de su vientre fértil, me contestó: “Sí, tuve dos preñes, y con los preñes de mis dos pendejitas, estuve pansotuda como una pelota, aumenté más de 25 kilos con mi primer preñazo y casi 32 kilos con la segunda, me decían la Pelota Humana, no sabés qué globotaso pansal tenía! Pero después no quise preñarme de nuevo!”

“Estarías hermosa preñada, Alejita! Adoro las preñudas!”, le dije, imaginándomela cojida a lo animal con una bultuda pansotasa, y Alejita se sonrió al mismo tiempo que se puso un poco colorada con mi piropo. Buena señal, pensé, y no me equivoqué, en Alejita había encontrado por fin a la puta de mis sueños. Y ya desde ese momento, deseé hacerle un preñe para que fuera mi Puta Hermosa Pansotuda y cojérmela a muerte, porque su ventruda panza ombliguda de ...

... Mamita me hizo imaginarla como una pelota llena de hijitas mías y con sus preciosas tetitas hinchadas, lechudas y pesonudas. Pero eso sería después y lo contaré también acá.

Alejita se acostó boca arriba en la cama, desnuda como su madre la parió, abriéndose la hermosa conchasota pulpuda y sonriendo, y me preguntó: “Qué querés hacer?” Viendo su cuerpote marrón y carnudo, le dije: “Estás divina, Alejita! Vamos a hacer de todo, me dejás? Yo te enseño todo lo que me gusta, vas a ser mi Puta Complaciente para todo? Y te voy a llamar mi Marroncita, por el color de tu piel, nunca vi otra igual!”

“Sí, soy tu Marroncita, me gusta, aunque me llaman la Morocha! Para vos voy a ser la Marroncita! Qué querés hacerme? O qué querés que yo te haga?”, preguntó mi nueva puta. “Vos ponete y yo te enseño, Alejita, me encantás!”, le dije.

· ME LA COJO A ALEJITA

Me le acosté arriba y le mamé las tetitotas pesonudas de Mamita, mordiéndoselas de a poco, probando si le gustaba. Me encantaba sentir su cuerpote caliente debajo, que me prometía gozarla como una divina puta madurota. “Cuántos añotitos tenés, Mamita?”, le pregunté. “36, papito”, contestó Alejita y empezó a moverse y a gemir conmigo encima, mientras le mamaba los pesonotes duros: le gustaba! Mi pija, tremendamente al palo, le mojaba los duros muslotes.

Alejita me agarró la cabeza para que le mordiera esas divinas tetotitas y le di el gusto, luego me le bajé lamiéndole la pansota carnuda y ensalivándole el ombligote saliente, ...