1. Con mi amada puta Alejita


    Fecha: 21/09/2020, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... se sacudió, pataleó y me pateó, me enterró sus uñas en la cintura, desesperada porque mi pija la ahogaba, trató de sacársela de la garganta, pero la sujeté fuerte de la cabeza y la obligué a seguir tragando pija, hasta que se la enterré toda y me vacié en su garganta. Mi adorada Puta Alejita me había tragado un acabote espantoso por primera vez! De la bocota le salia acabote mío mezclado con su salivota, estaba hermosa así, cojida por la boca!
    
    “Qué pijota de caballo tenés! Cuánto mide ese pedazote? Pero quiero poder tragártela! La próxima vez vengo en ayunas!”, me dijo roncamente Alejita entre toses y largando saliva mezclada con mi acabada cuando pudo hablar, mirándome a los ojos con una tremenda y hermosa cara de puta sometida, “Voy a venir en ayunas la próxima vez, así me la puedo tragar toda! Porque, sabés? Me gustó tragártela! Nunca me había comido semejante pija! Me cojista por la boca, papito! Vas a querer que vuelva?”
    
    “Sí, Diosa! Mañana mismo!”, le dije. Había encontrado a la más hermosa puta de mi vida: Alejita! Me he cojido centenares de putas en mi vida, pero Alejita demostró ser la mejor de todas, mi amada Puta Hermosa, como yo la bauticé, con gran gusto de ella, que conmigo logró la tremenda putez que siempre había tenido latente en su cuerpote de hembra, y que descubrió conmigo. Yo la hice Puta Hermosa, y Alejita supo que la amaba por ser tan tremendamente puta y hermosa.
    
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    Desde esa tarde me la cojí todas las semanas dos o tres tardes enteras en el ...
    ... hotel, ya todos la conocían y la miraban con ganas de reventarla, los encargados del hotel me dijeron si se la alquilaba por una hora, pero desde la primera vez, Alejita se hizo mía y solamente mía para siempre. Había sido cojida centenares de veces, desde pendejita hasta que trabajaba de puta paga, pero desde aquella primera tarde, Alejita fue sólo mía, y en las tardes que pasábamos juntos en bolas en el hotel, me contó toda su vida sexual y yo a ella la mía. Le conté de Ana la Carnuda, su hijotita la Rominchy, de la Titi, mi Puta Blandita, y de otras putas que me había cojido, y Alejita se excitaba escuchándome y terminábamos revolcándonos a los bramidos en la cama durante horas.
    
    Ya desde el principio, a Alejita le enseñé que cuando la hacía comerme la pija, se me prendiera de los pesones con ambas manos y me los tironeara salvajemente y me los estirara a lo animal, como arrancándomelos. “Eso te gusta?” me preguntó, y como le contesté que sí, que se me prendiera con ambas manos mientras le embocotaba pija, y le conté que había tenido a una putita que se llamaba Yamila, reflakotita, rubia, orejudita, blanca y casi transparente, que no pesaba más de 35 kilos y que me mandaba la misma proveedora que me la mandó a ella, Alejita, y que Yamilotita se me prendía de los pesones con salvajismo con una tremenda cara de putita perversa (le encantaba hacérmelo), y yo la arrastraba por el piso agarrada de mis pesones y después me la cojía a los alaridos aplastándola contra el suelo ...
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