1. Noche de pasión en Lisboa (XIII): Io Saturnalia


    Fecha: 17/09/2020, Categorías: Sexo en Grupo Autor: alfredo1257, Fuente: CuentoRelatos

    ... los bolsillos para no soltarle una colleja. Estoy seguro que desde que empezó a maquinar todo esto se ha visto completas las películas: Ben Hur, Espartaco, Quo Vadis, y que se yo cuantas más ambientadas en el Imperio Romano. Cada vez más me recuerda a Peter Ustinov en el papel de Nerón. Io Saturnalia.
    
    A media tarde, ya recuperados nuestros roles modernos y una vestimenta más adecuada, Paulinha se despide de nosotros deseándonos que pasemos una feliz Noche Buena. En el coche, le hago entrega de una caja de vino tinto español para que su familia la disfrute a nuestra salud y después de confirmarme que verá a su novio antes de la cena, le envío a éste un estuche de tres botellas con el mismo motivo. Ella en ese momento, mirándome con el cariño con que miraría a su abuelo, por primera vez desde que nos conocemos, me posa un beso en una mejilla, repitiéndome el deseo de que pase felices fiestas.
    
    Hoy cenaremos juntos Amália, Marta y yo. Mi cuñada pasará la Navidad con su hija Magnolia, lo que me da un respiro y me tranquiliza, ya que supongo que beberemos más de lo aconsejable, y por lo menos, me veré libre de sus maniobras. Como terminaremos tarde y Marta está sola, han preparado una habitación para que duerma en la quinta, con nosotros.
    
    Mientras ellas dos permanecen en la cocina, haciendo los preparativos para la cena, yo entro en el dormitorio de Marta para preparar la sorpresa con la que quiero hacerle nuestro regalo de Navidad.
    
    Desde que supe que Marta compartiría ...
    ... la cena con nosotros, ya que su marido no vendría hasta el segundo turno de permisos, que incluye las fiestas de Año Nuevo, he maniobrado en secreto con mis contactos en la quinta para averiguar la compañía en la que trabaja y el nombre del barco. Al ser un barco factoría dispone de todas las comodidades que se pueden tener a bordo. Una de ellas es una conexión a internet. Con el permiso de la compañía, me he puesto en contacto telefónico con el capitán del buque, y le han preparado un camarote individual al esposo de Marta con un ordenador portátil y lo han dejado listo para tener una video conferencia. Yo estoy en la habitación preparando el portátil de Amália para establecer la conexión y permitir que tengan un vis a vis en el día de hoy, en la intimidad. A las seis de la tarde, hora portuguesa, establecemos la conexión y mientras en el barco buscan al marido, yo bajo a buscar a Marta. Cuando la llevo al dormitorio, en compañía de mi esposa, y ve en la pantalla el rostro de su esposo, se le anegan los ojos en lágrimas y solo puede cogernos una mano a cada uno y darnos un apretón agradecido. Le comunico que disponen hasta de dos horas para estar juntos, ya que su marido tiene que atender luego a sus obligaciones en el barco, y la dejamos sola, con el recado de que si tiene algún problema en la conexión, me avise y trataremos de solucionarlo lo más rápidamente posible. Después de exprimir hasta el último segundo de la conexión, Marta se reúne con nosotros en la cocina. Viene ...