1. Adriana, mi segunda y última infidelidad


    Fecha: 16/09/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    Admito dos infidelidades durante estuve casado con mi esposa. La primera fue producto de la pura casualidad, pues sin buscarlo un día me encuentro con un mensaje de una chica de compañía que se equivocó de número y la segunda, fue algo imprevisto, pero que admito yo busqué con más arraigo. Es algo de lo que no me siento orgulloso y honestamente conllevé un sentimiento de culpa, pues tenía a una mujer muy hermosa, que sé que siempre me quiso, y que a pesar que nosotros o mejor decir, la mayoría de hombres fantaseamos y muchas veces conllevamos estas aventuras, en mi caso siempre amé a mi esposa y es por eso tal sentimiento doloroso.
    
    Me encontré con la inconveniencia de quedar atascado en el aeropuerto de Dallas, Texas, gracias a las inclemencias del tiempo y se nos notificaba la cancelación de varios vuelos hasta siguiente aviso. En mi caso, todos esos inconvenientes me los pagaba la compañía para la que trabajaba, pero muchos se quedaban a la intemperie, durmiendo en los asientos en el aeropuerto. Esperé algunas horas, hasta que ya en la tarde se nos informó que no habría vuelos al aeropuerto de Los Ángeles, California.
    
    De repente vi a esta chica que intentaba a acercarse hacia mí y quien se miraba confundida en la conglomeración. Recuerdo me hace la pregunta con cierta desconfianza: ¿Habla usted español? – Y fue de esa manera que conozco a Adriana, una linda chica argentina de algún metro y 65 centímetros de estatura. Cabello rizado que le llegaba a media espalda y ...
    ... unos ojos oscuros en un rostro lindo y estéticamente maquillado. Vestía pantalones vaqueros y zapatos de tacón que la hacían ver más alta, un suéter de algodón de color rosa, y sobre el suéter, una chaqueta de mezclilla del mismo color de los pantalones. Aun con su abrigo, se notaba el cuerpo de una chica esbelta y que al principio estimé de unos 21 años, pero en realidad, tenía 27.
    
    En aquella platica que se extendió por algunas horas, pues ya no se despegó de mí, descubrí que iba a Los Ángeles a asistir a la boda de su hermana y era aquello lo que le preocupaba, pues solo tenía dos días más para llegar a aquel evento. Cenamos juntos en un restaurante de comida rápida en el aeropuerto y llegó la hora de despedirnos o de continuar juntos toda la noche.
    
    Adriana es de ese tipo de mujer que no se puede dejar de mirar como mujer. Desde la primera mirada uno se envuelve en su belleza y realmente ya había despertado en mí ese diablillo que siempre había sido cuando joven, ese mismo diablillo que ahora soy, pero que intentaba contener a toda costa. Siempre se me hizo fácil alejarme de las mujeres de la compañía donde trabajaba, de las que eran del entorno de nosotros… nunca lo pensé, y si lo pensé sabía que no pasaría al siguiente paso. Con Adriana fue distinto, una mujer que no me conocía ni conocía. Ella, aunque soltera, ya me había hablado que tenia novio. Ella había escuchado de mis labios que era casado y en mi anular llevaba la prueba. Quise de alguna manera abruptamente ...
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