1. Mi abuela Belén


    Fecha: 11/09/2020, Categorías: Anal Primera Vez Tabú Autor: LivYat, Fuente: xHamster

    ... su estado adormitado... o eso creía yo.Logré subirle el vestido casi a la altura de las caderas. Tenía en mi campo visual prácticamente todo su culazo, con las piernas muy entreabiertas. Yo me había encargado de movérselas de manera lenta en los minutos previos.Para mi algarabía, descubrí que su braga era en realidad una del tipo culotte, grande, pero con muchas partes transparentes.Dejé el vestido casi a la altura de sus caderas, y continué masajeando.Ella aún parecía dormida. Y mi abuelo en el salón también. Escuchaba sus ronquidos.''Al diablo todo'', pensé. Puse mis dos manos en sus gigantescas nalgas, y empecé a manosearlas con parsimonia. No quería que se despertara. Con el movimiento de mis dos manos provocaba que sus colosales nalgas bailaran y ''temblaran'', cual masa gelatinosa. Vi que seguía dormida. Puse una mano en cada nalga, hice movimientos circulares en cada una de ellas , e intentaba separarlas más y más, como quien está amasando harina. En un momento dado, dejé las nalgas separadas y con ello logré verle el ojete del culo y una parte de sus labios vaginales a través de la braga semitransparente. Esa vista fue colosal para mí. Me sentía en las puertas del paraíso.Como vi que seguía dormía, acerqué mi cara a su culo con el fin de percibir el olor del ojete como el de su coño.. y... sólo se me ocurrió una definición: ¡olía a sexo! Era algo inexplicable.Estaba tan excitado con ese aroma y con estar tan cerca de su coño que me corrí en el acto, sin siquiera ...
    ... tocarme.Me revisé por debajo del pantalón, me reacomodé la polla con la mano izquierda, mientras volví a masajear con mi mano derecha el enorme culo de mi abuela. Como era de esperarse, en mi mano izquierda quedaron restos de semen, y sin pensarlo aproveché para untárselos en las piernas y mezclarlos con el aceite.Después de esto, entré en razón. Estaba muy nervioso. Era evidente que había cometido una gran imprudencia, fruto de una ciega lujuria. Le coloqué el vestido y le tapé el culo de inmediato.- Abuela, abuela, ya es tarde, el abuelo no tardará en despertar y hay que hacer la cena...Después de llamarla un par de veces más respondió:- ¿Qué ocurre? Disculpa. Me quedé dormida. Me estaba gustando el masaje.- Ehh, eeeh, me alegro, pero es mejor que vayamos a preparar la cena.- Ay, hijo, estoy muy cansada, adelántate tú a la cocina, y ve preparando lo que puedas. En un rato iré a echarte una mano.Me fui, y ahí quedó mi abuela, acostada en la cama, con restos de mi semen en sus piernacas de jamonaza. Sabía que había cometido una imprudencia, y trataba de tranquilizarme a mí mismo pensando en el hecho de que ella no se había dado cuenta.El resto del día y la noche transcurrió sin mayor novedad.Eso me tranquilizó. Parecía que no se había enterado de lo sucedido. Esa noche, me masturbé como un loco.En la tarde siguiente, mi abuelo se volvió a quedar dormido, como era lo habitual. Era hora de limpiar el huerto, pero mi abuela me dijo que aún seguía adolorida. Me pidió, por favor, otro ...
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