1. Mi abuela Belén


    Fecha: 11/09/2020, Categorías: Anal Primera Vez Tabú Autor: LivYat, Fuente: xHamster

    ... prácticamente solos. La situación me dio mucho morbo.- ¿Estoy bien así? Espero no te dé asco esta vieja decrépita.- No diga tonterías. Usted es mi abuela, pero eso no soy ciego para darme cuenta de que usted es una señora guapa y se conserva estupendamente.Creí que la había fastidiado, pero mi abuela me dio las gracias y me dijo que estaba orgullosa por lo bien que me había educado mi padre.Pasé a la acción.Rocié sus piernas con el aceite y empecé a hacer el intento de masaje en sus tobillos y gemelos.- Uuuh, ¡cómo me duele, madre mía! Pero sigue, no te detengas.Seguí frotando, pero me daba miedo ir arriba de las rodillas, por lo que me quedé varios minutos en sus tobillos. Después de todo era mi abuela y no quería ni debía sobrepasarme.- Creo que de los tobillos ya estoy bien. ¿Puedes masajearme un poco más arriba, por favor? Me duele mucho, especialmente en la parte interior de los muslos.- Eeeeeh, vale, vale, abuela, pero... pero....- ¿Pero qué?- ¿Puede mover un poco las piernas y subirse un pelín más el vestido? Es que así no puedo, le dije, intentando no mostrarme nervioso ni excitado, cuando en realidad sí lo estaba.- Desde esta posición no puedo saber cómo quieres que me ponga, chaval. Tú tranquilo, pon el vestido donde no te estorbe, y muéveme las piernas hacia donde lo estimes conveniente.- Vale, abuela, como usted diga... le dije.Respiré profundo, cogí valor, le subí el vestido casi a la altura de los glúteos, y le separé un poco las piernas, como quien abre una ...
    ... tijera, con la intención de llegar a la parte interna y adolorida de sus muslos.Debido a esto, le vi finalmente las bragas. Desde ese ángulo, percibí que eran de color blanco, ajustadas. Vi que sobresalían los pliegues de sus inmensas nalgas, nalgas que llevaba varios días imaginando, y que finalmente estaban a escasos cm de mis manos.A todo esto, mi pene estaba como una roca, y sentía mi ropa interior humedecida por el líquido preseminal.Empecé a frotarle la parte interna de sus inmensos y celulíticos muslos, tal y como ella me lo había pedido. Seguí concentrado con el ''masaje'', no quitando mis ojos de los pliegues de las nalgas que sobresalían de su braga. Sin embargo, a los minutos noté que ella no se movía ni hablaba.Me asusté. Susurré.- Abuela, abuela, ¿se encuentra bien?- Ahm, sí, sí, es que me estaba quedando dormida. Eres un experto masajista, y me siento divinamente. ¿Puedes seguir? ¿No estás cansado?- No, para nada, tranquila, es un placer.Por supuesto que era un placer para mí.Seguí con el ''masaje''. A los minutos aparentemente se estaba volviendo a quedar dormida.- Abuela... volví a llamarla, casi susurrando.No me respondió. Volví a llamarla, un poco más fuerte. Nada.Parecía que sí, que estaba dormida. Seguí con ello varios minutos más. La sensatez desapareció, y la lujuria se apoderó de mi ser. Me dije ''es ahora o nunca,''. Seguí masajéandola con la diestra, mientras con la izquierda, muy lentamente, le subí aún más el vestido. Ella parecía no enterarse debido a ...
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